El oro acumula ya una revalorización superior al 32% en lo que va de año
La onza de oro troy, activo refugio por antonomasia, revalidaba en la madrugada de este martes sus máximos históricos al cotizar en los 3.500 dólares ante las dudas en torno a la independencia de la Reserva Federal por la presión de la Administración Trump y el próximo movimiento de política monetaria.
Según los datos del mercado consultados por Europa Press, el metal precioso ha firmado un nuevo máximo histórico en los 3.508,7 dólares, superando así la marca previa, fechada el pasado 21 de abril, en los 3.500,1 dólares. Con todo, en las primeras horas de negociación bursátil, el oro moderaba los avances y se negociaba plano en los 3.480 dólares.
En un plano más amplio, el metal dorado acumula una revalorización superior al 32% en lo que va de año y del 16% desde que el pasado 14 de marzo superase por vez primera la cota de los 3.000 dólares.
Los últimos catalizadores alcistas del oro se explican por la tensión en torno a la independencia de la Fed, toda vez que el inquilino de la Casa Blanca ha forzado el despido de la gobernadora del banco central, Lisa Cook, por una supuesta falsificación de documentos en distintas solicitudes de hipotecas.
Asimismo, tal y como apuntan los analistas de Renta 4, el oro y otros tantos activos financieros están pendientes en las próximas semanas de las entrevistas que realizará el Secretario del Tesoro, Scott Bessent, a los candidatos a sustituir a Jerome Powell al frente de la Fed una vez finalice su mandato en mayo de 2026.
"A partir de ahí, es previsible que Bessent presente tres o cuatro nombres a Trump entre los que éste decidirá quién será el próximo presidente de la Fed (y presidente "en la sombra" hasta que el relevo se haga oficial)", han pronosticado.
En un plano más cercano, el oro también ha encontrado apoyos en la expectativa de un recorte de tipos de interés de cuarto de punto de la Fed de cara a la reunión del próximo 17 de septiembre (la herramienta CME Fed Watch otorga casi un 90% de posibilidades a este escenario) y en la persistencia de los riesgos geopolíticos.
Cabe recordar que el oro y el dólar mantienen, según la teoría clásica, una correlación inversa, ya que cuando baja el 'precio del dinero' (los tipos de interés) son necesarios más dólares para comprar lingotes, en tanto que una política monetaria dura presiona el precio del metal.
Otro factor determinante en cuanto a la evolución del oro, según el gestor de inversiones oro y plata de Jupiter AM, Chris Mahoney, será la actividad de los bancos centrales como demandantes del metal: "Las compras oficiales tienden a intensificarse en la segunda mitad del año y, según una encuesta reciente del Consejo Mundial del Oro, el 43% de las entidades monetarias tiene intención de aumentar sus reservas en los próximos meses", ha indicado.
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