La AIE afirma que la política es "la clave" para un crecimiento acelerado de los combustibles renovables
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha defendido el papel de los combustibles renovables en la transición energética y ha asegurado que aplicar las políticas "vigentes y anunciadas" permitiría cuadruplicar su uso en el mundo a 2035.
En su informe 'Delivering Sustainable. Fuels Pathways to 2035', el organismo considera este objetivo "ambicioso pero alcanzable", ya que, entre 2010 y 2024, la demanda global de combustibles sostenibles se duplicó, y subraya que la política es "la clave para un crecimiento más acelerado".
Así, destaca que "la implementación completa de las políticas y objetivos existentes y anunciados, más la eliminación de las barreras del mercado, podría llevar a una casi duplicar del uso de combustibles sostenibles en solo seis años, atrayendo inversión en capacidad de producción adicional para satisfacer la nueva demanda".
A este respecto, la AIE cree que los marcos de políticas deben "mantenerse flexibles y abiertos a la tecnología" para apoyar la entrada al mercado de combustibles emergentes que diversifiquen las materias primas y las fuentes de energía primaria, y fortalezcan la resiliencia del suministro.
En su informe, el organismo con sede en París recomienda así establecer hojas de ruta, objetivos y políticas de apoyo que "se adapten a los contextos regionales y estén alineadas con objetivos energéticos más amplios, manteniendo al mismo tiempo un enfoque abierto a la tecnología".
También ve necesario aumentar la previsibilidad de la demanda para aumentar la confianza del mercado y atraer inversión, apoyar la innovación para reducir las brechas de costos, en particular para acelerar las economías de escala y las reducciones de costos para las tecnologías emergentes, y desarrollar cadenas de suministro integradas y abordar las necesidades de infraestructura para desbloquear oportunidades de desarrollo económico a largo plazo.
Además, valora que los combustibles sostenibles ofrecen "múltiples beneficios para el sector energético", ya que "complementan" la electrificación y la eficiencia energética en la transición energética, y son "particularmente importantes" para los sectores que siguen dependiendo de soluciones basadas en combustibles, como la aviación, el transporte marítimo y parte del transporte por carretera y la industria.
MEJORA DE LA SEGURIDAD ENERGÉTICA Y SOSTENIBILIDAD AMBIENTAL.
Asimismo, el organismo valora que los combustibles sostenibles también pueden "mejorar la seguridad energética, estimular el desarrollo económico y fortalecer la sostenibilidad ambiental".
En este sentido, el informe apunta que, en 2024, los biocombustibles líquidos redujeron la dependencia de las importaciones de combustible para el transporte entre 5 y 15 puntos porcentuales en los países importadores relevantes, y la demanda mundial de petróleo fue alrededor de 2,5 millones de barriles por día menor de lo que habría sido sin su contribución.
Igualmente, la AIE subraya que los combustibles renovables pueden ser "un catalizador para el desarrollo económico, especialmente en las economías emergentes y en desarrollo", ya que expandir su producción y uso "puede generar nuevas fuentes de ingresos, impulsar el crecimiento industrial, acelerar la implementación de tecnología y crear oportunidades de empleo en toda la cadena de valor".
De hecho, el organismo internacional dirigido por el turco Fatih Birol manifiesta que los combustibles renovables líquidos y gaseosos ya desempeñan "un papel visible" en el panorama energético global actual, siendo "especialmente relevantes" para el transporte, donde representan el 4% de la demanda total de energía.
A este respecto, si bien estima que representan solo el 1,3% del consumo total de energía a nivel mundial, considera que en ciertos países, la contribución de los combustibles renovables puede ser mucho mayor, especialmente en Brasil, donde su participación se acerca al 10%.
Además, a pesar de que actualmente son más caros que los combustibles fósiles que reemplazan, la AIE cree que la innovación "tiene un potencial significativo para reducir la brecha de costos con los combustibles convencionales", y "a medida que la implementación impulse economías de escala para tecnologías clave como los electrolizadores, junto con una mayor estandarización, innovación, mercados más competitivos y menores costos de financiamiento".
A 2035.
Para 2035, el informe estima que los combustibles sostenibles cubrirían el 10% de toda la demanda mundial de transporte por carretera, el 15% de la demanda de aviación y el 35% de la demanda de combustible para el transporte marítimo.
Mientras, los biocombustibles líquidos y gaseosos, que actualmente representan casi todo el consumo de combustible sostenible, seguirían siendo importantes y cubrirían aproximadamente dos tercios de la demanda total de combustible sostenible en 2035, expandiéndose así los combustibles basados en hidrógeno -actualmente solo el 1% del total- a partir de 2030.
INVERSIONES DE 1,3 BILLONES HASTA 2035 Y DOS MILLONES DE EMPLEOS.
De esta maneras, la AIE estima que traería importantes beneficios socio-económicos, con unas inversiones acumuladas entre 2024 y 2035 podrían alcanzar los 1,5 billones de dólares (unos 1,3 billones de euros) en todos los tipos de combustibles sostenibles.
Asimismo, las oportunidades de empleo aumentarían en paralelo, creando directamente casi dos millones de puestos de trabajo en las regiones donde se producen estos combustibles. "Esto brindaría nuevas opciones para el desarrollo económico, especialmente en las economías emergentes y en desarrollo", añade.
APUESTA DE REPSOL POR LOS COMBUSTIBLES RENOVABLES.
En España, Repsol, en su apuesta por los combustibles renovables como pilar de descarbonización del transporte, la pasada semana anuncio un paso más en su estrategia al fabricar por primera vez a gran escala, desde su complejo de Tarragona, gasolina de origen 100% renovable, un hito industrial.
Además, su planta demo de combustibles sintéticos, que se producen a partir de CO2 retirado de la atmósfera e hidrógeno renovable, ya está en construcción, en Bilbao, previendo su puesta en marcha para 2026.
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