Las exportaciones españolas de alta tecnología suponen el 8,5% del total, frente al 17% de la media europea

Las exportaciones españolas de alta tecnología apenas alcanzan el 8,5% del total, frente al 17,3% de la media de la Unión Europea, por lo que el Club de Exportadores recomienda aumentar la inversión en intangibles para reforzar la competitividad y sofisticación del sector exterior español, como refleja la nota técnica, 'Los intangibles: la palanca para aumentar el grado de sofisticación y diferenciación de la oferta exportadora española'.

El documento, publicado por el Club de Exportadores y elaborado por el director general del Foro de Marcas Renombradas Españolas, Pablo López Gil, revela que, aunque el porcentaje de exportaciones españolas de alta tecnología sobre el total haya subido del 5,5% al 8,5% en los últimos años, todavía se encuentra lejos de países como Holanda (20%), Francia (17%) o Alemania (15%).

A pesar de que el sector exterior ha sido una de las principales fortalezas de la economía nacional en las últimas décadas, "gran parte de su competitividad se ha basado en factores de precio y costes".

La nota advierte también sobre el bajo valor añadido doméstico de las exportaciones españolas, especialmente en las manufacturas, donde solo el 65,2% del valor se genera internamente, frente al 88,5% de los servicios o al 81% del sector agroalimentario.

La "mejorable" posición de España en este terreno responde a la insuficiente inversión en activos intangibles, que limita la capacidad de España para generar valor añadido, innovar y competir internacionalmente, de acuerdo con López Gil, que destaca que la inversión española en investigación y desarrollo (I+D) suponía el 1,49% del PIB en 2023, muy por debajo del promedio europeo (2,22%).

Los activos intangibles -patentes, marcas, diseños, software o formación especializada- son "los principales motores de competitividad en la economía del siglo XXI", pues permiten a las empresas "diferenciarse, crear valor a largo plazo, atraer talento y competir por calidad en lugar de por precio", por lo que la inversión en estos debe ser, según López Gil, "una política de Estado para consolidar el papel de España en la economía global".

Para fortalecer la inversión en activos intangibles y la sofisticación de la oferta exportadora española, la nota técnica propone desarrollar un programa de sensibilización y capacitación en gestión estratégica de intangibles, así como extender los incentivos fiscales a la inversión en I+D a otros intangibles.

Finalmente, desde el Club de Exportadores se recomienda el desarrollo de instrumentos financieros específicos (IP-based finance) que faciliten el uso de los intangibles como colateral para obtener financiación, tanto en el ámbito público como privado, con el objetivo de situar los intangibles en el centro de la estrategia económica nacional para aumentar la productividad, la sofisticación y la competitividad internacional del país.