La geopolítica, aranceles y riesgos cibernéticos elevan el riesgo de los directivos en 2026, según Allianz

La incertidumbre geopolítica y macroeconómica, junto con los aranceles y los riesgos cibernéticos, que plantean retos en materia de responsabilidad civil para los consejos de administración de empresas de todos los tamaños, impulsan la exposición al riesgo de los directivos en 2026, según el informe anual sobre seguros para directores y ejecutivos (D&O), publicado por Allianz Commercial, firma de Grupo Allianz.

A nivel mundial, la incertidumbre política, económica y social, que va en aumento y afecta a todas las operaciones de una empresa, provoca cambios "significativos" en los entornos financiero, normativo y jurídico, de modo que si no se anticipan y se adaptan, las compañías pueden verse expuestas a fallos operativos, pérdidas financieras y daños a su reputación, con consecuencias para sus directivos y altos ejecutivos.

El informe analiza el "difícil" entorno empresarial actual, marcado por factores como los aranceles, la débil demanda, el aumento de los costes, la transformación tecnológica, la creciente competencia y los cambios normativos, que incrementan el riesgo de reclamaciones.

En este contexto, los directivos de las compañías pueden ser considerados responsables por juzgar erróneamente el impacto de los acontecimientos geopolíticos en las operaciones de su empresa o por no adaptarse adecuadamente a los requisitos legales o normativos de los diferentes países.

Los seguros de D&O son clave para que los altos ejecutivos y directivos de las empresas estén cubiertos ante cualquier contratiempo operacional que pueda ocurrir relacionado con aspectos como la ciberseguridad, temas regulatorios o posibles litigios. "En el contexto actual tan cambiante son indispensables", ha comentado el director general de Allianz Commercial para Iberia, Agustín de la Cuerda.

Los riesgos de la ciberseguridad, que han aumentado "considerablemente" en los últimos años con mayores expectativas de supervisión por parte de los consejos de administración y una tendencia hacia un mayor número de litigios y medidas reglamentarias, se han desencadenado por una amplia gama de acontecimientos, entre los que se incluyen violaciones de datos, ataques de 'ransomware' e incluso fallos técnicos.

Si un incidente cibernético provocara pérdidas financieras, los directivos podrían enfrentarse a reclamaciones legales por parte de accionistas, clientes o proveedores si se considera que el consejo no ha implementado los controles de riesgo adecuados o un plan de continuidad del negocio.

Las insolvencias empresariales, que según Allianz Research se espera que aumenten un 6% en 2025 y un 5% en 2026 hasta alcanzar un número récord de quiebras un 24% por encima de la media anterior a la pandemia, especialmente en sectores como la automoción, la construcción, el comercio minorista y los bienes de consumo, impulsan las reclamaciones contra directivos.

Las quiebras y la ejecución de medidas reglamentarias se encuentran entre las principales fuentes de reclamaciones privadas, aunque también pueden derivarse de acusaciones de incumplimiento del deber fiduciario, como la divulgación engañosa o inadecuada, o la negligencia.

En los últimos tres años, se ha producido un aumento continuo de la frecuencia de nuevas reclamaciones contra directivos, que ahora se acercan o superan las tasas previas a la pandemia en la mayoría de las regiones del mundo.

La gravedad de las reclamaciones sigue siendo un problema especialmente en Norteamérica, donde para las aseguradoras de responsabilidad civil de D&O, Estados Unidos es un mercado complejo debido a la alta frecuencia de reclamaciones colectivas y al aumento de los costes medios de liquidación, que se incrementaron un 27% en el primer semestre de 2025 hasta alcanzar los 56 millones de dólares estadounidenses (48 millones de euros).