Un hombre armado con un lanzallamas prende fuego a un grupo de personas en un evento proisraelí

Un acto de violencia sacudió este fin de semana la localidad de Boulder, en el estado de Colorado (EE. UU.), donde un hombre de 45 años fue detenido por prender fuego a un grupo de manifestantes durante un evento en apoyo a los rehenes israelíes capturados por Hamás tras los ataques del 7 de octubre. El incidente ha dejado seis personas heridas, una de ellas en estado crítico, y ha sido clasificado por el FBI como un acto terrorista de carácter ideológico.

Un ataque planeado y solitario

El sospechoso, identificado como Mohamed Sabry Soliman, actuó en solitario y utilizó un lanzallamas improvisado, además de lanzar un artefacto incendiario contra los asistentes. Según informaron autoridades federales, durante el ataque gritó frases como “¡Palestina libre!”, lo que ha llevado a los investigadores a considerar el ataque como un acto motivado ideológicamente, aunque por ahora no se le vincula a ninguna red terrorista o grupo organizado.

“El sujeto está bajo custodia. Aunque no se esperan más arrestos, esta será una investigación exhaustiva”, declaró Mark Michalek, agente especial del FBI en Denver.

Víctimas de edad avanzada y heridos por quemaduras

El ataque tuvo lugar a las 13:26 (hora local) en la céntrica Pearl Street de Boulder, donde se celebraba una concentración semanal de miembros de la comunidad judía en apoyo a los rehenes israelíes. Los heridos, cuyas edades oscilan entre los 67 y los 88 años, fueron atendidos en el lugar y trasladados a distintos centros médicos. Cuatro de ellos ingresaron en el Hospital Comunitario de Boulder, mientras que dos fueron evacuados en helicóptero a hospitales del área metropolitana de Denver. Uno de ellos se encuentra en estado “muy grave”.

El jefe de la policía local, Steve Redfearn, confirmó que las víctimas presentan “quemaduras severas” y expresó su solidaridad: “Nuestros corazones están con ellos. Estamos trabajando sin descanso para esclarecer lo ocurrido y ofrecer respuestas a las familias”.

Reacciones institucionales y condena generalizada

El ataque ha generado una ola de condenas tanto a nivel estatal como federal. El gobernador de Colorado, Jared Polis, calificó el suceso como “un atroz acto de terrorismo” y remarcó que “los actos de odio, en cualquiera de sus formas, son inadmisibles”. Aseguró también que su administración está colaborando con las autoridades para facilitar la investigación.

Por su parte, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, declaró que su departamento está siguiendo el caso de cerca y “trabajando junto al FBI y otras agencias federales”.

Desde la Casa Blanca, también se han pronunciado sobre el autor del ataque. El asesor de Seguridad Nacional Stephen Miller reveló que Soliman había ingresado legalmente al país con un visado de turista, pero que permanecía en EE. UU. de forma ilegal tras la expiración de su visado, y posteriormente recibió un permiso de trabajo.

La Liga Anti-Difamación (ADL) también reaccionó con contundencia. En una publicación en la red social X (antes Twitter), detallaron que el ataque ocurrió durante una manifestación pacífica organizada semanalmente por la comunidad judía local en apoyo a las personas secuestradas por Hamás en octubre del año pasado.

El embajador de Israel ante la ONU, Danny Danon, lamentó el ataque y denunció que “el terrorismo contra los judíos no se detiene en la frontera de Gaza”, haciendo un llamado a reforzar la seguridad en actos de carácter comunitario o religioso.

Una investigación aún en curso

Aunque el atacante se encuentra ya bajo custodia y ha recibido atención médica por sus propias lesiones, el caso sigue abierto. El FBI ha asegurado que continuará recabando pruebas y testimonios para esclarecer todas las circunstancias que rodearon el atentado.