Israel critica a Sánchez por su papel en las protestas que obligan a cancelar la Vuelta en Madrid
La diplomacia israelí responsabiliza al presidente español de “estimular” a los manifestantes propalestinos, en un episodio que ha terminado con la suspensión de la última etapa de la ronda ciclista. La polémica abre un debate sobre la seguridad en eventos deportivos internacionales.
La Vuelta Ciclista a España, en su etapa final programada en Madrid, se vio obligada a interrumpir la carrera tras la irrupción de manifestantes propalestinos en varios tramos del recorrido. Los ciclistas tuvieron que detenerse temporalmente en la entrada de la capital y, aunque el pelotón intentó continuar en carrera neutralizada, finalmente la organización decidió cancelar la etapa, obligando a los equipos a trasladar a sus corredores en vehículo.
Reproches diplomáticos
El ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Gideon Saar, ha señalado directamente al presidente Pedro Sánchez, acusándole de haber incentivado las manifestaciones. Según sus palabras en X, “Hace unos días, el presidente del Gobierno español lamentó no tener una bomba atómica para detener a Israel. Hoy, animó a los manifestantes a salir a la calle”.
Saar considera que la situación ha puesto en entredicho la reputación de España en la esfera internacional: “Se ha cancelado el evento deportivo que siempre había sido motivo de orgullo para España. Sánchez y su Gobierno: vergüenza para España”.
Intervención policial y seguridad
La irrupción de los manifestantes llevó a cargas policiales en diferentes puntos estratégicos del recorrido, incluidas la Puerta del Sol y el Paseo del Prado, desde Atocha. Los agentes antidisturbios tuvieron que actuar ante el lanzamiento de vallas y objetos hacia los ciclistas y el personal de la carrera. “Se ha cargado contra los manifestantes que lanzaban tanto vallas como botellas”, explican fuentes de la organización.
Motivaciones de las protestas
Los grupos propalestinos que interrumpieron la Vuelta buscaban denunciar la ofensiva militar israelí en Gaza y expresar su rechazo a la presencia del equipo Israel-Premier Tech en la competición. La movilización tuvo un impacto directo en la carrera, generando no solo la cancelación de la etapa final, sino también incidentes menores en jornadas anteriores.
Reacciones en España
El suceso ha provocado un debate político y social sobre la gestión de manifestaciones en eventos de gran relevancia mediática. Mientras algunos partidos defienden el derecho de manifestación, otros critican la actuación de los protestantes y respaldan a la policía en sus acciones para preservar la seguridad.
Consecuencias internacionales
El reproche de Israel añade un componente diplomático al incidente, cuestionando la actuación del Gobierno español y su influencia sobre las manifestaciones. “La turba propalestina escuchó los mensajes incitadores y atacó La Vuelta ciclista”, afirma Saar, subrayando que la polémica tiene repercusión internacional y pone en evidencia los riesgos de combinar grandes eventos deportivos con tensiones políticas.
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