Pedro Sánchez hablaba de manzanas y Alberto Núñez Feijóo de peras

La tensión y los nervios siguen haciendo mella en los partidos políticos que concurren a las elecciones del 23J, especialmente entre los dos grandes: PSOE y PP. Las encuestas que se van conociendo, la mayoría de ellas que dan como ganador a los populares desatan crisis de ansiedad, tanto en uno como en otro espacio político, especialmente entre los socialistas ante la posibilidad de perder el gobierno. Es normal que eso ocurra, en esta ocasión especialmente, dado que, si el PP quiere gobernar, tendrá que hacerlo de la mano de VOX, lo que levanta preocupación vistas las propuestas que llevan en su programa electoral y que pueden significar la perdida de logros conseguidos hasta ahora y un ataque frontal a las libertades. ¿Es VOX un peligro?. Es evidente que sí.

El cara a cara que se celebró el lunes pasado en el grupo Atresmedia que engloba, entre otros, a  Antena 3, la Sexta y Onda Cero esta siendo todavía comentado por varias razones: una, por el lugar elegido -propuesto por el PP-. Dos porque los resultados no eran los deseados por los televidentes que esperaban más contenido en temas que afectan más directamente a las personas, y no ha sido así. Tercero, porque el PP tenía un solo objetivo ir en la línea de flotación de lo que han llamado derrotar al “sanchismo” una estrategia  que iniciaron ya en la campaña de las elecciones municipales del 28-M donde lideres populares la calificaban como “la primera vuelta contra el sanchismo” y que en esta “segunda” ellos denomina  “teñir de Azul”, las playas de España.  

Seguramente en estas dos estrategias: sanchismo y teñir de azul, no es ajeno Miguel Angel Rodríguez el jefe de gabinete de la presidenta madrileña, un demócrata que censura a periodistas.

Lo cierto es que el cara a cara ha sido bronco, demasiado.  Pedro Sánchez en los primeros minutos estaba demasiado nervioso - como si fuera el aspirante-, llegó a usar un tono algo soberbio y no ha sabido dirigir sus intervenciones en los logros de su gobierno y en las propuestas que lleva para ganar. 

Mientras que Alberto Núñez Feijóo con una pose más tranquila y gesto controlado ha conseguido sacar de sus casillas en varias ocasiones al candidato socialista, que ha caído en la trampa del gallego. El presidente del gobierno no ha sabido corregir algunos de las afirmaciones que eran falsas del líder popular. 

Resumiendo, uno hablaba de peras y el otro de manzanas, mientras los telespectadores alucinaban pepinillos.
 

La tensión, las interrupciones constantes de los dos, la poca intervención de los moderadores se ha dejado notar a lo largo de los 90 minutos de programa. Al final de la emisión, solo en el minuto de oro de ambos dos se ha podido traducir algo, lo otro ha sido un "y tú más". Situación que no es nueva y que por desgracia se suele dar con demasiada frecuencia.

El planteamiento que llevaba Feijóo para su intervención estaba muy bien estudiado y dirigido, porque ha contado con buenos asesores en esta ocasión. En cambio, Pedro Sánchez con su equipo asesor formado por Oscar López y Francesc Vallés a la cabeza, está más que comprobado que de estrategia de comunicación no tienen ni idea. Lo grave es que en estos años el presidente Sánchez no se ha dado cuenta. No solo eso, sino que al finalizar el debate todos ellos más el resto de acompañantes estaban satisfechos y le daban palmaditas en el hombro.

¿De verdad se enteran de algo?. Quien sí entendió la jugada fue Josep Creuheras, presidente del Grupo Planeta y Atresmedia, que una vez finalizado “el debate” se dirigió derecho al grupo donde se encontraba Feijóo con su equipo, entre ellos el resucitado González Pons para hablar con ellos. Después se fue al corro socialista, sin mucho éxito, para volver de nuevo con los populares.

Los medios han realizado encuestas para saber quién ha sido el ganador de este cara a cara. La mayoría afirman que Feijóo, pero quien de verdad dará la respuesta son todos los ciudadanos que vayan a votar el 23J. Ese día, y solo ese día, se tendrá la verdadera respuesta.  Hay que tener cuidado porque "no se puede  vender la piel del oso antes de cazarlo".