Pedro Sánchez se está metiendo en demasiados charcos

En algunas zonas de España la lluvia está haciendo verdaderos estragos, mientras que, en otras, la falta de ella está poniendo en el disparadero no solo la agricultura, sino que amenaza con restricciones de agua para el consumo humano. Se mira al cielo esperando que caiga la tan esperada agua que, en estos momentos, para esas zonas, es una verdadera bendición.

En la política, “la lluvia” está dejando unos charcos preocupantes que están sirviendo para que algunos dirigentes no paren de meterse en ellos. Se podría afirmar que esto sucede casi a diario.¿Qué significa eso? Pues el conflicto está garantizado para el asombro de la ciudadanía que ve con ojos desorbitados cómo los dirigentes no salen de uno cuando se meten en otro. Es un sinvivir, una decepción y una perplejidad cada vez mayor. Decía Groucho Marx que “la política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados”. 

En esta jornada de martes, dos charcos han sido protagonistas: la UE, donde el Consejo de ministros europeos de Asuntos Generales debía debatir si aceptaban como lenguas oficiales en la UE el catalán, gallego y el euskera. Después de 40 minutos estudiando la petición del gobierno de España, decidieron posponerlo, sin que se sometiera la propuesta a votación, dado que una mayoría pidió más tiempo para estudiarlo . Era de esperar ante la postura en contra de algunos países y la gran campaña llevada a cabo por la ANC, que se ha gastado un pastón

El lumbreras del ministro de Asunto Exteriores - poco diplomático el-, José Manuel Albares, explicaba a los medios de comunicación comunicación “que habían propuesto iniciar el despliegue primero con el catalán y después las otras, el gallego y el euskera. Las críticas ante esta priorización del catalán no se han hecho esperar, el portavoz del PNV, Aitor Esteban, ha advertido a Pedro Sánchez que priorizar la defensa del catalán en la UE frente al euskera y gallego no facilita la investidura. También Bildu y el BNG han criticado duramente al Gobierno por priorizar el catalán frente al gallego y el euskera. La prioridad del catalán sobre las otras dos lenguas es una cuestión matemática: los votos de ERC y Junts a la investidura de Sánchez. Ahora bien, ¿pensaba el Gobierno que los vascos y gallegos se iban a tragar el sapo? Es no conocerlos bien. Tampoco han tenido en cuenta que a las gentes de esos dos territorios no les ha gustado nada y se la van a guardar a los socialistas, que no les quepa la menor duda. 

El segundo se produjo casi a la misma hora. Oriol Junqueras, que no se ha querido perder el hito histórico del uso del catalán en el hemiciclo del Congreso, tan contento y locuaz estaba el líder republicano - curado ya del COVID-  que soltó la bomba con sus declaraciones en las que afirmaba que da por hecho que el acuerdo que ERC suscribió con el PSOE para la constitución de la Mesa del Congreso ya incluía la amnistía y, para  ponérselo más fácil a los socialistas, afirmaba que su partido no renuncia a la unilateralidad. Lo dijo y se quitó un peso de encima - unos cien gramos- porque sigue igual de rellenito. Su viaje a Madrid, fue para pegarse el gustazo y soltar la bomba que ha hecho temblar los cimientos de Ferraz y Moncloa.

Como era de esperar, los emisarios de Sánchez salían a desmentir al líder republicano manifestando que no era cierto, que desconocían que hubiera un documento, y bla,bla bla… Es lo que toca ante la “discreción” de Junqueras, que ha dejado a todos patidifusos.  Unos minutos después aparecía la portavoz de Junts en el Congreso, Miriam Nogueras, para anunciar que dentro de unas semanas se hablaría en el Congreso de la “ley de Amnistía”, que seguro que sería así. 

Los charcos con los que se está encontrando el presidente en funciones es de los que hacen época, los leales  socios de investidura se la están jugando, dejando al PSOE en una situación más que complicada. ¿Estará dispuesto Sánchez a tragarse todo eso? Si es así, el líder socialista dejará al PSOE como si hubiera pasado Atila por él. No es un buen presagio.

Los votantes, afiliados y simpatizantes socialistas se están quedando con una cara de tontos ante los cambios de postura de Sánchez, que dice una cosa en campaña y después hace otra. Lo que se podría definir con una frase del gran  Groucho Marx: “Damas y caballeros, estos son mis principios. Si no les gustan tengo otros”.