Con las cosas que son necesarias para mejorar la vida de la ciudadanía, hay que ver cómo los partidos se dedican a otras cosas por dos motivos: para desviar la atención sobre temas, en algunos casos judiciales, en otros por falta de proyecto, y la más importante para ellos, conseguir votos y alcanzar el mayor número de diputados que los lleven a La Moncloa. Objetivo prioritario de los que encabezan las listas electorales en las elecciones generales.

Estos días intensos —¿cuándo no lo son desde hace años?— los dos grandes partidos, especialmente el PP, por eso de que Vox le está comiendo terreno, se sacan de la chistera cada día una “propuesta” nueva para demostrar que pueden gobernar este país, cueste lo que cueste. Para ello, cada dos por tres montan conclaves con sus presidentes de las comunidades autónomas donde gobiernan, dirigentes territoriales, aparte de algunos de sus “delanteros mediáticos” que ayudan a echar más leña al fuego en sus declaraciones a los medios de comunicación.

Murcia ha sido el territorio elegido este domingo para el nuevo encuentro de propuestas populares. No ha sido casual elegir esta ciudad porque el tema estrella, el que ocupa el segundo lugar en las preocupaciones de los ciudadanos, es la inmigración, y todos recordamos los tristes sucesos de Torre Pacheco. Por ello, el líder popular, Alberto Núñez Feijóo, presentó un documento firmado y suscrito por todos los presidentes, llamado “Declaración de la Región de Murcia”, que quiere ser la bandera de la lucha contra la migración ilegal y la criminalidad. Porque, como es conocido, una buena parte de dirigentes populares (Vox, por supuesto, todos sus dirigentes) relacionan inmigrantes con ladrones, violadores o gandules.

Y como el “neno de Os Peares”, como se le conoce a Feijóo, explicaba a sus compañeros en qué consiste su propuesta migratoria por puntos: dar prioridad a la cultura próxima, con contrato de trabajo y facilidad para su integración. Además, contempla la expulsión de inmigrantes que cometan delitos. Para seguir explicando que su plan endurecería las sanciones para aquellos inmigrantes que ejecuten delitos graves, lo que supondría la pérdida automática del permiso de residencia. El texto de más de 35 páginas sigue con esas propuestas, muchas de las cuales, aunque populistas, dejan en evidencia su xenofobia camuflada, en pro de conseguir sacar tajada y restar votos a los de Vox.

Feijóo subrayó que su plan endurecería las sanciones para quienes incumplan la ley. Según detalló, los delitos graves implicarían la pérdida automática del permiso de residencia, mientras que los reincidentes en delitos leves tampoco podrían aspirar a permanecer en España. Además, defendió que las ayudas sociales, como el Ingreso Mínimo Vital (IMV), deban vincularse a la búsqueda activa de empleo, evitando que se conviertan en la única vía de subsistencia para quienes lleguen al país. Escribía Camilo José Cela que “lo malo de quienes se creen en posesión de la verdad es que, cuando tienen que demostrarlo, no aciertan ni una”.

El debate de los populares en Murcia ha estado marcado por sus críticas al gobierno, como siempre, y también a su enemigo electoral Vox, el partido que, sin aportar nada, sigue subiendo con tan solo criticar a Pedro Sánchez y al PP.

Mientras todos los asistentes estaban encantados de estar allí, en ese conclave estaba el presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, que, mientras las previsiones de fuertes lluvias en su comunidad se conocían de antemano, no dejó la reunión, sino que continuó como si no pasara nada. Qué mala memoria tiene Mazón: con la buena uva que hay en la comunidad, habrá que regalarle pasas…

Lo que sí ha suscitado, como era de esperar, son voces críticas contra las propuestas, cosa que ya esperaban los populares.