Page reafirma su liderazgo en Castilla-La Mancha y su compromiso con la igualdad

El secretario general del PSOE de Castilla-La Mancha y presidente autonómico, Emiliano García-Page, ha iniciado su cuarto mandato al frente del partido reafirmando su posición en defensa de la igualdad territorial y contra la financiación singular para Cataluña. En su discurso de clausura del XIII Congreso Regional del PSOE, Page dejó claro que el partido “no puede defender privilegios para nadie” y enfatizó que su compromiso es con Castilla-La Mancha y sus ciudadanos.

“Visto la camiseta de la igualdad, y seré el primero en recordarlo cuando se hable de financiación”, afirmó, dejando claro que no permitirá que “la riqueza de una región sea solo suya y reparta lo que quiera”. Criticó el “egoísmo” del independentismo catalán y subrayó que la unidad económica y fiscal son esenciales para una nación.

Cumplir, aburrir y evitar el espectáculo

Page instó a los miembros del partido a priorizar siempre los intereses de Castilla-La Mancha sobre los del PSOE, y los exhortó a cumplir sus promesas electorales con honradez, sencillez y sentido común, aunque eso resulte “aburrido”. Rechazó la política espectáculo y subrayó que el objetivo es cumplir con lo prometido: “No somos los reyes del mambo ni yo soy el puto amo”.

También destacó la importancia de mantener la conexión con la ciudadanía y pidió que el gobierno regional siga siendo un espacio “libre de tensiones políticas, populismos y frentismos”. Aseguró que su gobierno no tiene enemigos y busca arreglar los problemas de todos los castellanomanchegos.

Agradecimientos y lecciones del pasado

Durante su intervención, Page agradeció el trabajo de su equipo, especialmente de su ‘número dos’, Sergio Gutiérrez, y recordó los inicios de su militancia en el PSOE, destacando su identificación con los valores del partido. También reflexionó sobre su experiencia en la última noche electoral, en la que por un estrecho margen conservó la mayoría absoluta: “Me juré no volver a pasar una noche así”.

A pesar de su éxito político, Page se mostró humilde y crítico con las actitudes de algunos políticos. “No queremos a los que se vuelven más tontos al subirse a un coche oficial”, dijo, añadiendo que prefiere que lo llamen Emiliano.

Optimismo para el futuro

Page subrayó que su objetivo es garantizar que la región siga siendo un lugar estable y próspero, y pidió a su partido mantener el compromiso con los ciudadanos. Aunque señaló desafíos globales, como la situación en Estados Unidos con el regreso de Donald Trump, expresó su orgullo por vivir en España y gobernar una región que goza de estabilidad y certidumbre.

Con una clara apuesta por la igualdad y el cumplimiento de sus compromisos, García-Page se comprometió a seguir trabajando por Castilla-La Mancha, asegurando que el PSOE regional será “una organización sana y honesta”.