Marlaska anuncia que la segunda fase de la rehabilitación del complejo policial de Zapadores (Valencia) acabará en 2026

Defiende el plan de infraestructuras de Interior porque está "cambiando la fisonomía de los cuarteles y comisarías de todo el país"

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha anunciado este lunes que la finalización de la segunda fase de las obras de la rehabilitación integral del complejo policial de Zapadores, en Valencia, está prevista para el primer semestre de 2026.

"Hemos cambiado la fisonomía de los cuarteles y comisarías de todo el país, y eso es lo que mostramos hoy en Valencia: un complejo policial ahora moderno y eficiente", ha aseverado.

Así lo ha indicado en un discurso tras visitar la primera fase del proyecto, ya concluida, acompañado por la delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Pilar Bernabé; el director general de la Policía, Francisco Pardo, y la presidenta de la Sociedad de Infraestructuras y Equipamientos Penitenciarios y de la Seguridad del Estado (SIEPSE), Sofía Hernanz.

El complejo de Zapadores cuenta con una superficie de 35.000 metros cuadrados y ochos edificios levantados entre 1921 y 1924. Interior determinó la necesidad de una reforma integral para mejorar los recursos policiales y la atención a los ciudadanos. SIEPSE comenzó las obras en marzo de 2023 con una de las mayores inversiones del Plan de Infraestructuras para la Seguridad del Estado 2019-2025.

Durante la visita, el ministro ha inspeccionado el resultado de la primera fase, que afecta a la rehabilitación exhaustiva del edificio principal (sede de la Comisaría Provincial de València), los aparcamientos, el patio de armas del antiguo cuartel y el nuevo inmueble para el archivo. La segunda fase de la rehabilitación afecta a cuatro inmuebles que albergarán laboratorios para la Policía Científica, salas polivalentes y oficinas.

RECINTO DE GRAN VALOR PARA LA POLICÍA
Marlaska ha destacado el "gran valor" del recinto para la Policía Nacional y su impacto positivo para la seguridad ciudadana en Valencia, ya que ha asegurado que cuenta con una infraestructura policial "capaz de responder a las necesidades de la tercera ciudad más poblada del país". También ha puesto en valor la mejora de sus condiciones de habitabilidad, funcionalidad y seguridad, "siempre de la mano de la sostenibilidad medioambiental".

Todos los edificios del complejo tendrán un consumo de energía casi nulo y 'cero emisiones' gracias al empleo de sistemas de climatización de aerotermia de alta eficiencia, paneles solares fotovoltaicos para autoconsumo, control técnico centralizado de instalaciones para control de consumos y uso de luminarias led, lo que ha otorgado al proyecto la certificación de sostenibilidad 'Verde 3 hojas', emitida por la institución Green Building Council España (GBCe).

En general, el titular de Interior ha resaltado que se ha ejecutado "el mayor plan de infraestructuras diseñado hasta ahora", con una inversión de 600 millones de euros junto a otros 400 millones procedentes de fondos europeos Next Generation", afirmó Grande-Marlaska.

UN SIGLO DE VINCULACIÓN CON LA CIUDAD
El cuartel 'General Almirante' fue construido entre 1921 y 1924, según el proyecto original del coronel ingeniero Salvador Navarro, con el fin de albergar al 5º Regimiento de Zapadores Minadores en la ciudad de València. La actual parcela del complejo cuenta con una superficie total de 34.847 metros cuadrados y ocho edificaciones aisladas. La designadas como Edificio 1 y Edificio 2 están recogidas en el 'Catálogo de bienes y espacios protegidos del Plan General de València' como Bien de Relevancia Local (BRL) en categoría de monumento de interés local.

En origen, el Edificio 1 albergaba al personal militar de mayor rango y el Edificio 2 (planta en H) estaba destinado para la tropa y para las actividades cotidianas del cuartel. Entre ellos había un gran patio para el desarrollo de prácticas, además de instalaciones para almacenes, caballerizas, cocinas y otros usos.

En 1939 se realizó una ampliación del conjunto con dos edificaciones nuevas: el llamado polvorín y un nuevo edificio de viviendas para las familias de los oficiales. En 1982 se cerró definitivamente el cuartel y las tropas se trasladaron a Paterna (Valencia). Y en 1987 el cuartel pasó a ser utilizado como dependencias de la Policía.