La denuncia al exconsejero Villares por presunta agresión sexual centra el debate en el Parlamento gallego
El PPdeG defiende que "no cabe el encubrimiento" al estar los hechos "en conocimiento de las autoridades"
Desde antes del inicio del pleno ya se preveía que la denuncia al exconselleiro do Mar Alfonso Villares por una presunta agresión sexual iba a centrar el debate en la Cámara gallega. Y así ha sido, para empezar, con la celebración de la junta de portavoces urgente solicitada por el BNG para pedir la comparecencia del presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, en el Parlamento para que diese explicaciones y que el PPdeG rechazó.
"Hay razones más que suficientes para que el máximo representante del Gobierno gallego dé explicaciones ante la Cámara", insistió en declaraciones a los medios en los pasillos del Pazo do Hórreo la viceportavoz nacionalista Olalla Rodil, que lamentó también la actuación "indignante e indigna" del PP al "vetar la comparecencia".
A la petición de los nacionalistas se sumó el PSdeG que, a través de la viceportavoz Elena Espinosa censuró que Rueda "estuviese ocultando la información meses y meses". También el secretario xeral de los socialistas gallegos convocó a los medios a media mañana para criticar que "la posición de la ocultación revela la irresponsabilidad por parte de la Xunta".
Ya en el pleno, Rodil, apelando al reglamento, reclamó una votación para incluir en el orden del día la demanda, que había sido rechazada en la junta de portavoces, para exigir explicaciones del "abrazo de la vergüenza" de Alfonso Rueda a Villares el día de la toma de posesión de la nueva responsable de Mar.
También el diputado de Democracia Ourensana, Armando Ojea, apoyó esta petición de los nacionalistas al considerar que el hecho de que el conselleiro dimita "es siempre motivo para que el presidente comparezca" y "dé su visión de todo lo que se relaciona con los hechos de la dimisión".
En este contexto, el PPdeG rechazó la petición, ya que considera que las cuestiones que demanda la oposición "ya han sido todas aclaradas por el presidente ante el conjunto de la sociedad".
En esta línea, el portavoz popular, Alberto Pazos, afirmó que entiende que "sorprenda" la dimisión "inmediata" de un cargo público "nada más conocerse la apertura de una actuación judicial" que en política, añadió, "tiene pocos precedentes". Por todo ello, reiteró que "no hay razón" para atender a la solicitud realizada por el BNG.
REPROCHES EN LA MAYORÍA DE INTERVENCIONES
Pero las referencias a la denuncia a Villares y a la reacción de la Xunta ante ella no quedaron ahí y los parlamentarios de la oposición han ido lanzando reproches a la bancada popular a lo largo de las diferentes intervenciones.
Así, durante el debate de la proposición de ley del BNG sobre, entre otras cosas, medidas para evitar la deslocalización empresarial, el diputado nacionalista Brais Rúanova censuró los "cuatro meses" que a su juicio pasó el presidente de la Xunta "encubriendo a un presunto agresor sexual".
Por su parte, el portavoz del PPdeG, Alberto Pazos Couñago, señalaba que llamar "delincuente" a alguien es un "delito de calumnias". Ironizando sobre que el popular es "políglota", el nacionalista replicaba que cuando dijo "presunto" no se estaba refiriendo al jamón --en portugués--, sino que estaba "hablando de presunto agresor sexual".
"Cuando decimos presunto, no estamos hablando de jamón, estamos hablando de presunto agresor sexual. Si quiere venir aquí a decir barbaridades, primero escuche a quien le antecedió en el uso de la palabra", espetó.
En este sentido, prosiguió con la ironía al indicar que desconoce "si fue ese domingo que pasaron 'cara el sol' que les dejó una sordera", por la manifestación del domingo en Madrid contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
A colación llevó las "palabras del señor Tellado" sobre Yolanda Díaz en relación con el caso de Íñigo Errejón: "Si Yolanda lo sabía y lo tapó, debe asumir responsabilidades políticas inmediatas", leyó.
Frente a esto, Rúanova ha considerado que "en esta causa --los populares gallegos-- aplican su característica sordera absoluta, cierran filas para proteger a un presunto agresor".
Además, también cargó contra el "abrazo de la vergüenza" --por el de Rueda a Villares, de quienes mostró una fotografía-- y que hubiera "cero palabras y cero solidaridad con la víctima" en su marcha, lo situó en contra de "las conquistas del feminismo".
"Toda nuestra solidaridad y respeto para la víctima y toda nuestra repulsa para este PP que está lanzando un mensaje peligroso y dando un espectáculo lamentable", concluyó.
Por su parte, Pazos Couñago, ha introducido en el debate el hecho de que "llamar delincuente a alguien es un delito de calumnias", ha recordado que Villares "renunció" a su condición de aforado al dimitir y ha subrayado que "no cabe el encubrimiento cuando los hechos supuestamente encubiertos ya están en conocimiento de las autoridades competentes".
A la diputada del PSdeG Patricia Iglesias, que también cargó contra el abrazo de Rueda al exconselleiro denunciado, Pazos Couñago replicó que el PP está, en su opinión, "dando ejemplo de lo que ustedes --por los socialistas-- son absolutamente incapaces", en referencia a la dimisión.
TAMBIÉN EN LA COMPARECENCIA DE DIEGO CALVO
Asimismo, durante la comparecencia del conselleiro de Presidencia, Xustiza e Deportes, Diego Calvo, tanto PSdeG como BNG han hecho referencias a este asunto.
Así, el parlamentario del PSdeG Carlos López Font ha asegurado que el de este martes es un "mal día para la democracia". "Siento vergüenza de la votación de hoy, negando la comparecencia del presidente", dijo. Además, después de trasladar "toda la solidaridad" del PSdeG con la denunciante de la agresión sexual, "de la que nunca se debió conocer su nombre", ha criticado el "machismo institucional" del Gobierno de la Xunta al trasladar su respaldo al conselleiro.
Por su parte, el nacionalista Paulo Ríos ha reprochado que el Gobierno gallego utilizase su sede para "encumbrar a una persona imputada por una agresión sexual" haciendo partícipe a toda la sociedad gallega "de un encumbramiento totalmente partidista para encubrir a un amigote que fue despedido como un héroe". Todo ello, señaló, "alimentando el discurso de la ultraderecha, del negacionismo y de las denuncias faltas" para "mandar un mensaje muy preocupante a las mujeres que denuncian a sus agresores".
Además, censuró que el parlamentario del PPdeG Gonzalo Trenor calificase de "tonta y mala" a una diputada del PSOE por Lleida que se refería en redes sociales a la dimisión de Villares y acusaba a Feijóo de "saberlo" y "taparlo".
Unas acusaciones a las que Trenor respondió haciendo referencia a la "teoría de la estupidez humana" del economista italiano Carlo Cipolla y afeándole al nacionalista publicaciones en las que se hace referencia a supuestos beneficios de cargos del Bloque con el sector eólico.
"CEREMONIA DE LAVADO DE CARA"
También en las mociones los representantes de la oposición han introducido esta cuestión. Por parte del BNG, Rosana Pérez ha censurado que la nueva conselleira "no tuvo palabras hacia la persona denunciante", mientras que Noa Presas hizo extensiva la crítica hacia el presidente de la Cámara, Miguel Santalices, por estar presente en la "ceremonia de lavado de cara". "Nos decepciona a todos y no nos representa que participe en ese espectáculo bochornoso", aseveró.
Por parte del PSdeG, además de Patricia Iglesias que reiteró los reproches realizados en anteriores intervenciones durante este pleno, el diputado Julio Abalde trasladó su solidaridad con la víctima y apuntó que "debió ser anónima y, lamentablemente, no lo fue", por lo que pidió responsabilidades y conocer "cómo se rompió ese derecho al anonimato".
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