Mazón propondrá crear una empresa pública mixta para impulsar obras hidráulicas y una Agencia Estatal del Agua
El Consell apuesta por un test de estrés hidrológico en cada cuenca o subcuenca para identificar el riesgo ante riadas
El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, ha anunciado, transcurridos ocho meses de la catastrófica dana del pasado 29 de octubre que ha dejado 228 víctimas mortales, que propondrá la creación de una empresa pública mixta, participada por la Generalitat y el Estado, para impulsar la ejecución de infraestructuras hidráulicas en la autonomía, así como la creación de la Agencia Estatal del Agua con sede en la Comunitat.
Respecto a las competencias autonómicas, el 'president' ha mostrado su intención de dar un impulso a la colaboración público-privada para el desarrollo de suelo y construcción de viviendas mediante la constitución de empresas mixtas participadas por la Entidad Valenciana de Vivienda y Suelo y sector privado.
Así lo ha avanzado Mazón durante la presentación pública del 'Plan Endavant', en un acto en el que ha estado acompañado, entre otros, por el vicepresidente segundo y conseller para la Recuperación Económica y Social de la Comunitat Valenciana, Gan Pampols.
Mazón ha desgranado durante su intervención los cuatro ejes principales sobre los que se sustenta el plan para la recuperación de la autonomía tras la riada y ha subrayado que "no hay ninguna experiencia previa que nos pudiera haber preparado para perder 228 vidas humanas en una riada absolutamente desbocada, ni a sufrir una devastación social y material como la que provocó el barranco del Poyo aquella jornada".
Y ha añadido: "No existe en el mundo esa administración que cuente con las herramientas para modular, frenar o evitar que un episodio de lluvias acabe pulverizando récords históricos de precipitación en una zona determinada y en un momento concreto".
Mazón ha expuesto en esta línea que solo en los últimos 10 años la Comunitat ha vivido más de 30 alertas rojas por lluvia, "todas ellas con previsiones equivalentes o, incluso, peores a las del 29 de octubre. Y, sin embargo, los efectos de ninguna de esas alertas rojas, ni de las decenas de los años anteriores, son ni remotamente comparables con lo que ocurrió en octubre".
"El riesgo --ha agregado-- de que un episodio similar se reproduzca en 10 o en 30 años o en menos tiempo, existe. No podemos negarlo. Asumamos que no podemos controlar, ni hoy, ni mañana, ni en el futuro, la intensidad final de unas precipitaciones. Pero preparémonos ya, así y ahora, para poder controlar su impacto", ha subrayado.
EL PLAN Y SUS EJES
Los cuatro ejes del 'Plan Endavant' hacen referencia a infraestructuras, con la propuesta de una intervención integral en el barranco del Poyo y el Magro, entre otras; prevención, con la correcta identificación, detección y aviso de potenciales inundaciones en la Comunitat a través de diferentes mecanismos; protección, con la revisión de la normativa de seguridad; y, por último, gestión de las emergencias con una "buena información".
Respecto al primer eje, el de las infraestructuras, Mazón solicita que se jerarquicen e identifiquen los tramos más peligros del Poyo y el Magro que necesitan de una limpieza prioritaria en función del volumen acumulado de restos vegetales, la proximidad a núcleos urbanos o infraestructuras sensibles y a su capacidad de desagüe.
Además, desde la Generalitat plantean la incorporación de tanques de tormenta o parques ante inundaciones en áreas propensas para gestionar grandes volúmenes de agua de lluvia, reduciendo la sobrecarga en los sistemas de alcantarillado y de las estaciones EDAR.
Por otro lado, desde el Consell realizarán un estudio integral, en colaboración con el Gobierno, sobre los motivos por los que carreteras y puentes no soportaron los efectos de la riada con el objetivo de adaptar los métodos de construcción a la posibilidad de que fenómenos como el del 29 de octubre puedan llegar a ser recurrentes.
El segundo eje, el de la prevención, contempla la actualización completa de infraestructuras de monitoreo y el despliegue de sistemas de alerta temprana que deberán atender las características propias y específicas, bien sean hidrológicas, geográficas o socioeconómicas, de cada cuenca.
Desde el Consell proponen la realización de un test de estrés hidrológico e hidráulico para cada cuenca o subcuenca con el objetivo de identificar zonas de riesgo elevado, evaluar su capacidad para soportar eventos climáticos extremos y definir un programa de medidas a acometer para reducir el riesgo a personas y bienes.
Así, establecerán "de forma expresa" qué umbrales de caudal y a partir de qué nivel de lluvia cada barranco puede convertirse en una trampa mortal para las poblaciones por las que discurren. "Un mismo dato en dos barrancos distintos y en dos puntos de medición diferentes puede significar cosas opuestas. Necesitamos una guía individualizada de cada barranco y contar, de forma inmediata, con los sistemas de alerta temprana de los que dispone el Ebro, pero no el Júcar", ha apostillado Mazón.
Por otro lado, el tercer eje versa sobre la "revolución" de la protección. Al respecto, el 'president' ha explicado que el 29 de octubre "debe ser un punto de inflexión para la normativa de seguridad". "Debemos ser conscientes de que, igual que en Japón hay protocolos específicos en infraestructuras, bienes y servicios para hacer frente a un posible tsunami, en Valencia tenemos que hacer lo propio con las riadas", ha dicho.
De esta manera, ha avanzado que propondrán la modificación de la normativa de seguridad en edificios públicos y privados para hacer obligatoria la instalación de, al menos, una bomba de achique automática, a imagen y semejanza de la obligatoriedad que existe de disponer de extintores de incendios.
También desde la Generalitat elaborarán protocolos con rutas de evacuación vertical, por primera vez, para todos los edificios públicos o privados, estableciendo rutas de salida ante inundaciones a través de escaleras internas o externas de emergencia que conecten con cubiertas o plantas seguras.
Además, formarán a escolares en dinámicas de evacuación, con simulacros periódicos y protocolos específicos sobre cómo actuar en el caso de riadas.
INFORMACIÓN E INTERPRETACIÓN
El cuarto eje se centra en la gestión de las emergencias. Mazón ha explicado que propondrán un cambio en la normativa local, autonómica y nacional para que todas las agencias que aporten información propia, ya sea de lluvias, caudales, intervenciones en el terreno o cualquier otra participación, "no solo sean responsables de trasladar los datos de su propia agencia o entidad, sino también de interpretar para el resto qué proyección de impacto tienen sus datos en bruto".
A su juicio, "no puede ser suficiente con aportar un número de volumen de caudal en abstracto, sino también decir si ese nivel implica riesgo o no para la vida, si existen precedentes comparables del impacto que tiene su afección y si, en contraste con otros datos también analizados, la perspectiva es de mejora o de empeoramiento de la situación".
Por otro lado, desde el Consell propondrán también que, además de la información de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), cada vez que haya alerta naranja o superior los ayuntamientos reporten a emergencias el nivel del barranco al paso por su municipio cada 60 minutos.
Por último, Mazón ha anunciado que propondrán la creación de una comisión parlamentaria, permanente, no legislativa, en Les Corts, para el seguimiento y control del plan de recuperación. "La pesadilla del 29 de octubre fue fruto de un evento natural excepcional, fuera de lo normal", ha insistido para concluir su intervención.
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