Greenpeace exige a instituciones vascas y españolas que escuchen a la ciudadanía y frenen el Guggenheim en Urdaibai
Greenpeace ha exigido a las instituciones vascas y españolas, y al propio Museo Guggenheim, que escuchen el "no" de la ciudadanía de Urdaibai y frenen la ampliación de la pinacoteca a esta comarca de Vizcaya.
Ante el primer informe con los resultados preliminares del proceso de escucha activa realizado por Lehendakari Agirre Center sobre el Guggenheim de Urdaibai, Greenpeace ha solicitado al museo y a las instituciones vascas y españolas que "den un paso atrás y frenen el proyecto".
Según explica la ONG en un comunicado, el informe ha detectado cinco narrativas predominantes en las 500 entrevistas realizadas hasta el momento de las 1.000 previstas, y afirma que "solo una está a favor de la ampliación del museo en Urdaibai, lo que refleja que hay un rechazo muy amplio en la sociedad a este proyecto".
Greenpeace subraya que, tal como han denunciado "desde hace tiempo", una de las principales conclusiones del informe preliminar del proceso de escucha es que la información sobre el proyecto es "insuficiente". "De esta manera, es imposible evaluar de manera completa los posibles impactos del proyecto, y además se vulnera el derecho de la ciudadanía a tener acceso a información ambiental y a la participación pública real que establece el convenio de Aarhus", asegura.
Por ello, la coordinadora de Greenpeace en Euskadi, Lorea Flores, reclama que "se paralicen todos los pasos que se han venido dando desde las instituciones, como la modificación de la ley de costas, el derribo de Dalia o la modificación de planes urbanísticos hasta que se conozca toda la información sobre el proyecto".
Flores ha subrayado que Busturialdea es "un valle que conforma la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, tiene múltiples necesidades sociales y económicas, pero este proyecto no viene a solucionarlas".
"Como gran parte de las personas encuestadas, desde Greenpeace también demandamos un nuevo modelo de desarrollo que busque otras formas de vida ligadas al territorio y que respete los límites naturales. Es necesario fomentar otro modelo de turismo y otro modelo económico que no pongan en juego los valores naturales de la Reserva", remarca.
UBICACIÓN
La ONG ecologista destaca que Murueta, ubicación que es rechazada por la mayoría de los encuestados en el proceso de escucha que se desarrolla en Busturialdea, "es zona núcleo de la Reserva de la Biosfera" y está protegida "por la propia ley de Urdaibai, la Red Europea Natura 2000 de espacios protegidos y por el convenio Ramsar de humedales de importancia internacional".
Por ello, considera que hay "razones suficientes para evitar que una de las dos sedes se construya en Murueta y para descartar la construcción de la parte final de la pasarela".
Greenpeace confía en que, "tanto las instituciones vascas como la Fundación Guggenheim Bilbao, atiendan a estos resultados y paralicen este proyecto", y subraya que, según previsiones de la asesoría neoyorquina Cooper Roberston, encargada de redactar un informe sobre necesidades y costes del proyecto de ampliación del Guggenheim de Bilbao, el proyecto costará en total más de 130 millones de euros y en gran medida se costeará con dinero público.
Asimismo, señala que el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, MITERD, firmó un convenio con la Diputación Foral de Vizcaya por 40 millones de euros y la propia institución foral "anunció que reservaría otros 40 millones de los presupuestos de Vizcaya".
"Sería muy llamativo que las instituciones vascas siguieran impulsando un proyecto tan caro con dinero público. No se entiende que, cuando en una comarca existen tantos problemas en cuanto a infraestructuras, saturación de turismo, etc., el dinero público vaya a destinarse en un proyecto que agrava la situación, en lugar de fomentar soluciones a los problemas detectados", censura.
Para la Organización ecologista, "lejos de solucionar los problemas que sufre la comarca", este proyecto "no hace más que agravarlos". "Profundiza en la situación de saturación por turismo, lo que, a su vez, agravará la escasez de agua, la saturación de infraestructuras y dificultará todavía más el acceso a la vivienda de la gente joven", concluye.
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