Urkullu pide respeto a toda víctima, incluidos Txiki y Otaegi, sin que se las instrumentalice para el enfrentamiento
El anterior lehendakari, Iñigo Urkullu, ha pedido respeto "a toda víctima", incluidos los miembros de ETA Jon Paredes Manot 'Txiki' y Ángel Otaegi, fusilados en el franquismo, sin que se les "instrumentalice" de forma política "para el enfrentamiento".
En una reflexión realizada a Europa Press, Urkullu se ha referido, de esta forma, a la polémica surgida este mes de agosto en torno a Txiki y Otaegi, después de que se colocara una lona de grandes dimensiones en el muro de Santa Bárbara de Zarautz y esta fuera retirada por el Ayuntamiento, gobernado por PNV y PSE-EE. Después, vecinos del municipio la desplegaron ante el Consistorio.
Sortu, en un comunicado, censuró la postura del Ayuntamiento y su "falta de reconocimiento" a "dos luchadores vascos contra la dictadura franquista". "Sortu denuncia la actitud mostrada por PNV y PSE-EE con la memoria de Txiki Otaegi. Los dos fueron reconocidos como víctimas por el Gobierno del lehendakari Iñigo Urkullu en 2012. Era del PNV ese gobierno, como el de Zarautz", subrayaba el texto, para llamar también a participar en el acto nacional que la formación abertzale celebrará el 27 de septiembre en el Anaitasuna de Pamplona.
La polémica creció posteriormente con las declaraciones del director del Instituto Gogora, Alberto Alonso, que afirmó que Txiki y Otaegi eran, "sin duda", víctimas del franquismo, y tenían que ser reconocidas como tal, pero no podían ser objeto de homenajes porque utilizaron la violencia para conseguir sus fines, al igual que hicieron los franquistas. También subrayó que miles de antifranquistas habían luchado por la democracia sin recurrir al asesinato y al "terror", que sí utilizó ETA. Estas palabras reavivaron el cruce de declaraciones entre dirigentes de EH Bildu y el PSE-EE en redes sociales.
En medio de esta polémica, Iñigo Urkullu destaca que se trata de un tema "muy sensible" que, desde el Gobierno Vasco del que fue lehendakari, intentaron "gestionar con la mayor delicadeza posible en el objetivo del respeto a los Derechos Humanos y a la Memoria como guía para los pasos en la normalización de la convivencia política y social en Euskadi".
"Es, además, una cuestión con aristas todavía hoy en día y que necesita el máximo rigor posible para las interpretaciones que desde prismas diferentes se hacen y se hagan", apunta.
En este sentido, recuerda que Txiki y Otaegi "son dos víctimas reconocidas oficialmente por el Gobierno Vasco, mediante la normativa que fue construyéndose entre 2011 y 2020 para la reparación y reconocimento de las víctimas de violencia estatal ilícita".
"En la medida en que son víctimas de vulneraciones de derechos humanos, merecen respeto. Ese respeto implica, entre otras cosas, omitir valoraciones que afecten a su condición de víctima, la cuestionen o pongan en duda. De igual manera, el respeto que merece cada víctima, toda víctima, la apropiación partidaria de su memoria que se haga -sin entrar en consideraciones sobre la misma- no debería ser compatible con su instrumentalización política para el enfrentamiento", asegura.
Por ello, considera que "merece la pena una constante reflexión sobre cómo todas y todos consideramos a cada, a toda, víctima habida; al reconocimiento de las mismas desde la injusticia del daño causado; y al compromiso con la memoria basada en el respeto a los derechos humanos que a cada ser deberían haber asistido y asisten".
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