Reyes Rigo, a su llegada a España tras pasar 12 días retenida en Israel: "Ha merecido la pena, vamos a volver"
Ella y otros cinco integrantes de la segunda flotilla han aterrizado en Madrid tras volar con un avión comercial desde Qatar
La activista mallorquina Reyes Rigo ha asegurado que "ha merecido la pena" estar retenida en Israel durante casi dos semanas tras haber regresado en la mañana de este lunes a España junto a otros cinco integrantes de la Flotilla de la Libertad, y ha avisado de que seguirán enviando flotillas hasta que "Palestina esté libre".
"Ha merecido la pena. Vamos a volver. Tenemos que denunciar el Estado genocida israelí que nos ha secuestrado en aguas internacionales, nos ha llevado a una cárcel para presos, bueno, para terroristas", ha sostenido Rigo en declaraciones a los medios a su llegada al Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas.
Además, ha instado al Gobierno a poner una denuncia ante la justicia internacional y que denuncie "este secuestro y este encarcelamiento", que en su opinión no es "nada comparado con lo que sufren nuestros hermanos" en Palestina, donde hay mujeres, niños y hombres "que se están pudriendo en las cárceles del Estado genocida".
Rigo ha proseguido celebrando que la labor de las flotillas "ha removido de alguna manera el mundo", y ha adelantado que se mandarán cuantas hagan falta hasta que "Palestina esté libre". Por último ha hecho un llamamiento a los trabajadores a acudir a la huelga general de este 15 de octubre en solidaridad con Palestina.
Otros miembros de la flotilla han instado a poner el foco también en Cisjordania y no solo en Gaza. "Por favor, es Palestina, no es Gaza, no es Cisjordania, es Palestina entera", han ahondado.
YA NO QUEDAN ESPAÑOLES EN ISRAEL
Reyes Rigo era la única integrante española de la Global Sumud Flotilla --la primera flotilla-- que seguía retenida en Israel desde el pasado 1 de octubre. Ha aterrizado a las 8.20 horas en Madrid junto a los cinco últimos miembros de la Flotilla de la Libertad --la segunda flotilla-- en un avión comercial de la compañía Iberia, que salió de madrugada desde la capital de Qatar, Doha.
El sábado ya aterrizaron en Madrid otras tres activistas españolas de la segunda flotilla, que fue interceptada por las autoridades israelíes la semana pasada, entre ellas Jimena González, diputada de Más Madrid.
Hasta el aeropuerto madrileño se han acercado la coordinadora de Podemos Baleares, Lucía Muñoz, y la también miembro de la formación Alejandra Martínez, así como otros allegados de los integrantes de la flotilla, que han sido recibidos entre gritos a favor de Palestina y de su misión de ayuda humanitaria para Gaza.
Esta nueva operación de retorno a España, igual que las anteriores, ha sido gestionada por el Ministerio de Asuntos Exteriores desde sus servicios centrales, la Embajada española y por el cónsul en Tel Aviv, "que han realizado un extraordinario trabajo", han informado fuentes de Exteriores.
De esta forma ya no quedan españoles de la flotilla retenidos en Israel, después de que en estas últimas dos semanas hayan regresado a España un total de 57 ciudadanos --49 en la Global Sumud Flotilla, ocho en la Freedom Flotilla-- tras haber sido detenidos en la prisión de Ktziot, situada en el desierto del Négev.
Los últimos seis españoles, que han llegado a la terminal 4S del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas desde Qatar, han estado encarceladas hasta ahora "por no querer firmar la deportación voluntaria", aseguran a Europa Press fuentes de la flotilla Rumbo a Gaza.
ACUERDO CON LA FISCALÍA
Reyes Rigo ha llegado finalmente a España después de que alcanzar un acuerdo con la Fiscalía para rebajar los cargos de los que se le acusaba.
Según la concejala de Unidas Podemos en el Ayuntamiento de Palma, Lucía Muñoz, que también participó en la flotilla, el cónsul español informó a la familia de Rigo de que durante una vista celebrada este viernes se había alcanzado ese acuerdo con la Fiscalía y se había impuesto una multa a la activista.
Un tribunal de Beer Sheva ha aceptado el acuerdo después de que Rigo se declarase culpable de haber provocado daño corporal y de asalto agravado a una guardia de la prisión en la que fue recluida.
Inicialmente, presentaron cargos contra ella por supuestamente haber mordido en la mano a una guardia y haberse negado a entrar en su celda, pero después esa acusación se rectificó alegando que lo que había hecho era clavar sus uñas en la funcionaria mientras se resistía.
En virtud del acuerdo, finalmente el tribunal la condenó a diez días de prisión --que ya había cumplido-- así como al pago de una multa de 10.000 séquels (unos 2.650 euros) y ordenó su deportación.
Durante su comparecencia ante el juez, Rigo denunció haber recibido malos tratos bajo custodia. "Nos golpearon, nos empujaron y el quinto día atacaron a mi amiga e intenté protegerla", relató, siempre según el diario israelí. "Me cogieron por la cabeza y se me cayeron las gafas", añadió, detallando que estuvo con otras trece mujeres en una celda con capacidad para cinco, no les dieron agua y recibieron comida "podrida".
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