'Franco ha muerto, Franco ha muerto, Franco ha muerto': la historia detrás de la primicia mundial de EP
MADRID, 14 (EUROPA PRESS - Sebastián Carrasco)
Hace ahora 50 años, la muerte de Franco fue un acontecimiento clave en la historia reciente de España, que desembocó en la actual democracia guiada por la Constitución de 1978.
El ya octogenario dictador arrastraba crecientes problemas de salud desde el verano de 1974 y los medios de comunicación llevaban meses siguiendo su estado con el máximo interés.
En medio de aquella competencia, y de las restricciones políticas del régimen al trabajo periodístico, la agencia Europa Press difundió, en primicia, la noticia más importante de su historia, y lo hizo con un teletipo contundente: "Franco ha muerto. Franco ha muerto. Franco ha muerto". Eran las 04.58 horas del jueves 20 de noviembre de 1975.
El relato detallado lo recoge Jesús Frías -un histórico de la redacción- en su libro 'De Europa a Europa' (EPALSA, 2012), dedicado a los primeros 30 años de la agencia. Con motivo del 50 aniversario de la muerte de Franco, Europa Press ha recabado además los testimonios de los periodistas Mariano González y Marcelino Martín, protagonistas directos de aquella primicia: el primero 'levantó la liebre' en el hospital La Paz, donde estaba ingresado el dictador, y el segundo confirmó la noticia desde la redacción antes de difundirla.
UNA RED DE FUENTES YA ESTABLECIDA
Europa Press llevaba tiempo tejiendo una red de fuentes informantes del estado de salud del general. En julio de 1974, Franco tuvo que ingresar temporalmente en el actual Hospital Gregorio Marañón para ser tratado de una flebitis. "Esta fue la primera ocasión que tuvimos acceso al entorno del dictador. Aprovechamos para montar una infraestructura porque sabíamos que esto no acababa ahí", cuenta Marcelino Martín.
El 12 de octubre de 1975, tras asistir a los actos de la Fiesta de la Hispanidad, el Jefe del Estado sufrió un enfriamiento y tuvo que guardar cama. Europa Press fue informando rigurosamente a sus abonados. Así, en la primera página del Resumen Económico (boletín de actualidad política y económica que se enviaba por correo) del 18 de octubre, se publicó que la reunión del pleno de Gobierno había sido breve porque Franco se hallaba indispuesto, con síntomas de gripe.
Al día siguiente la información se titulaba 'La salud del Jefe del Estado, centro del interés nacional' y ya se comunicaba que las consecuencias de la gripe podrían afectar a otros órganos, entre ellos el corazón. Hasta el 20-N, Europa Press informó puntualmente del estado de salud del general: el 21 de octubre se transmitía que había sufrido una insuficiencia coronaria.
Días más tarde, el 24, el Gobierno facilitó un parte médico reconociendo un agravamiento en la enfermedad y Europa Press se atrevió a informar de la organización de las actividades a desarrollar tras el fallecimiento: comunicó que el ministro de Información y Turismo, León Herrera Esteban, daría la noticia a través de la radio y la televisión, y que el presidente del Gobierno, Carlos Arias Navarro, se dirigiría después a los españoles mediante un mensaje televisado.
La agencia también informó de que se constituiría el Consejo del Reino (que asumiría transitoriamente la Jefatura del Estado), que la capilla ardiente se instalaría en la capilla de El Pardo, que el Rey sería proclamado a continuación en las Cortes y que Franco sería inhumado en el Valle de los Caídos en un entierro presidido por el nuevo monarca, Juan Carlos I.
LA HABITACIÓN DE FRANCO
En un alarde de fuentes confidenciales, Europa Press llegó a describir detalladamente en un teletipo cómo era la habitación de Franco en El Pardo, incluida la posición del 'Brazo incorrupto de Santa Teresa', reliquia de especial devoción para el dictador.
Esta y otras informaciones en primicia del estado del dictador, como la de una operación a vida o muerte el 3 de noviembre en la enfermería del Palacio de El Pardo, provocaron un serio incidente con el entorno más cercano al dictador.
"Europa Press fue pilotando el seguimiento informativo de la enfermedad de Franco todo el tiempo. No dejamos ni un resquicio", puntualiza Martín.
La agencia se arriesgaba al difundir este tipo de informaciones porque en el régimen, aunque en sus estertores, la prensa estaba sometida a la acción de la censura, y a las posibles represalias.
"La muerte de Franco --explica Mariano González-- era un reto para Europa Press, que logró un prestigio muy grande informando de huelgas estudiantiles y laborales. Nadie pensaba que una agencia de prensa, y menos privada, pudiera dar una información en exclusiva, nada menos que sobre la muerte del jefe del Estado. Esto era inconcebible".
A una semana del fallecimiento --Franco ingresó en La Paz el 7 de noviembre-- las informaciones que recibía Europa Press apuntaban a una situación irreversible y a un final próximo. Así llegó la noche del desenlace. Mariano González cubría ese turno en el hospital. Marcelino Martín lo hacía en la redacción.
UN COCHE CON FOCOS MUY POTENTES
La rutina de visitas se prolongó hasta primera hora de la madrugada. Un grupo de periodistas montaba guardia en el salón de actos una noche más. Mariano González salió a pasear sobre las cuatro de la madrugada y vio entrar por el acceso subterráneo un coche "con focos muy potentes". Bajó e identificó el vehículo oficial del jefe de la Casa Militar de Franco. "Que volviera a esa hora era muy raro. Llamé a la redacción y se lo dije a Marcelino. Y me respondió: Bueno, pues estate atento", relata. Minutos después se repetía la escena pero esta vez con el jefe de la Casa Civil. "Esto me parece que es definitivo", avisó González en una segunda llamada.
"A mi ahí es cuando se me levantan las orejas --reconoce Martín-- Y lo que hago es la ronda de fuentes de información que teníamos, muy diferentes". Todas apuntaban en la misma dirección: Franco había muerto.
El director, Antonio Hererro, tenía una fuente muy buena, que no podía revelar, pero con el que había llegado al compromiso de que solo le llamara para preguntarle si era verdad que Franco había muerto, relata González.
Martín despertó a Herrero en plena madrugada para informarle. Finalmente su respuesta fue: "adelante, al teletipo". Había nervios. Y si la información no era correcta. El teletipista José Luis Blanco era consciente de la responsabilidad que entrañaba dar una noticia como esa y dudaba. "Es orden del director, dalo ya", le espetó Martín.
En respuesta, desde la Dirección General de Prensa llamaron a la redacción para decir que se iban a "tragar el teletipo" y presionarles para saber de dónde salía la información.
Pero poco después la noticia se confirmó oficialmente. Por los cauces establecidos y adelantados semanas antes por Europa Press. Todo culminó cuando el presidente del Gobierno, Arias Navarro, declaró compungido por televisión: "Españoles, Franco ha muerto".
Según Jesús Frías, entre las fuentes que manejó Europa Press destacaban: un militar del Servicio de Información de Presidencia del Gobierno, amigo de Herrero; Nicolás Franco y Pascual de Pobil, sobrino del dictador y amigo del presidente de la agencia, José Mario Armero; y un miembro del equipo médico que atendía a Franco.
El texto del teletipo también estaba pensado de antemano: "Franco ha muerto", repetido hasta tres veces para no dejar lugar a dudas. La idea era que los abonados "no tuvieran más remedio que citarnos", explica Martín.
El éxito informativo fue tal que le valió a la agencia el elogio unánime del sector, agencias internacionales incluidas, y el Premio Nacional de Periodismo de 1976, en reconocimiento al seguimiento informativo del estado de salud del dictador.
"El riesgo y la aventura de Europa Press fue atreverse a dar esa noticia en un tiempo en el que ni había una libertad plena de información, ni tampoco existía ningún precedente de que un medio de información privado pudiese adelantarse sin sufrir consecuencias", resume Mariano González.

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