Empresarios y Gobierno de Ceuta esperan que la cumbre con Marruecos sirva para que la aduana funcione con normalidad
El Gobierno de Ceuta ha afirmado tener la esperanza de que la cumbre bilateral que se celebra desde mañana entre España y Marruecos sirva "para que la aduana comience a funcionar con la normalidad que desean los operadores y las administraciones".
La presidenta de la Confederación de Empresarios de Ceuta (CECE), Arantxa Campos, también confía en que las reuniones que se mantendrán en Madrid hasta el jueves permitan que "entre los dos países se acuerde formalizar realmente una aduana comercial para que las empresas puedan trabajar con ella".
Campos ha asegurado que, por el momento, Ceuta tiene una "aduana parcial" que "desde el punto de vista empresarial no es una aduana". En declaraciones a Europa Press, ha asegurado que desde la primera expedición comercial el 11 de febrero, la aduana ceutí carece de "seguridad jurídica", lo que disuade al empresariado de atreverse a invertir en importaciones o exportaciones con Marruecos.
"Hasta que no tengamos una aduana con las mismas normas y reglas que la de Algeciras, la de Tanger Med o cualquiera que esté estandarizada, organizada y estructurada conforme a la normativa nacional de los dos países, no va a funcionar. Y eso ahora mismo no es lo que tenemos", ha afirmado la presidenta de la CECE.
El presidente de Ceuta, Juan Vivas, ha calificado en varias ocasiones la apertura de la aduana como "hito histórico" en el proceso de normalización fronteriza con Marruecos. Según ha trasladado la Ciudad Autónoma a esta agencia, se trata de un "avance significativo hacia un tránsito regular y homologable al de cualquier paso internacional de mercancías".
Desde el Gobierno local quieren que la de Ceuta sea una "aduana comercial convencional, sin restricciones más allá de las estrictamente legales y logísticas".
El Ejecutivo también ha dejado claro que "el futuro económico de Ceuta no puede depender exclusivamente de la aduana". Para Vivas, no debe ser un "pilar fundamental", sino un elemento complementario dentro de un modelo económico "más sólido y estable", asociado a la idea de "más España y más Europa" y orientado a la diversificación, la sostenibilidad y el impulso de sectores como el turismo, la economía del conocimiento o la vivienda.
LOS EMPRESARIOS
La representante de la CECE ha recalcado que el principal problema es la ausencia de seguridad jurídica: "Ahora mismo tenemos una aduana con unos condicionantes que no se han dado por escrito, con unas normas que no se sabe cuáles son. De esa forma, al no haber seguridad, las empresas no pueden invertir".
Campos ha descrito esta provisionalidad con ejemplos prácticos. Un proveedor que deba garantizar el abastecimiento diario de un supermercado, según ha señalado, no puede depender de un sistema en el que solo se permite el paso a un camión por jornada o en el que la disponibilidad operativa varía según circunstancias coyunturales, como la Operación Paso del Estrecho.
Uno de los sectores que ha hecho más uso de la aduana comercial ha sido el pesquero, con importaciones de pescado marroquí, aunque Arantxa Campos ha informado de que se producen pocas expediciones debido a la escasa rentabilidad. "Si un pescadero no sabe si podrá pasar su producto todos los días, no puede mantener su puesto abastecido", ha sostenido.
La presidenta de la CECE ha subrayado que existe un paso habilitado "entre comillas", pero insiste en que no reúne las condiciones necesarias para ser considerado una aduana comercial viable: "Pueden hacer una aduana, pero si no es viable para la actividad económica, tendrán una aduana, sí, pero no para las empresas".

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