Los inversores minoristas casi duplican su peso en el Ibex 35 pero el mercado pierde liquidez y dinamismo
En el periodo 2020-2024, el importe mediano de las carteras de los particulares ha aumentado desde los 4.700 euros hasta 5.630 euros
Un fenómeno económico de gran calado está transformando el mercado bursátil español, y más concretamente, el principal índice de referencia, el Ibex 35. Según un detallado estudio publicado por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en su último boletín semestral, los inversores minoristas —los “ciudadanos de a pie”— han escalado rápidamente su presencia en la negociación de valores cotizados, con una proyección ambiciosa: aspirar a copar hasta el 10% del total de las operaciones en los próximos años.
La nueva fuerza del pequeño inversor: del 4% al 9% en cinco años
El informe, elaborado por los especialistas de la CNMV Guillermo Cambronero y Daniel García, arroja datos que invitan a repensar el peso real de los inversores individuales en la Bolsa española. Mientras en 2019 su participación rondaba un discreto 4% en operaciones de compra y venta sobre los valores del Ibex 35, para 2024 estos porcentajes se han duplicado prácticamente, oscilando entre un 8% y un 9%, con una clara tendencia alcista que podría convertir a este colectivo en un actor fundamental del mercado.
Este auge no es fruto de la casualidad. La pandemia de 2020 aceleró la movilización de ahorros hacia la bolsa, mientras la democratización tecnológica —gracias a la explosión de plataformas de inversión accesibles— ha permitido que una base cada vez más amplia de ahorradores pueda operar con facilidad y menor coste. A ello se suma un contexto de incrementos de tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE), que ha elevado la rentabilidad del ahorro y motivado la entrada de nuevos perfiles inversores.
Cartera media y rentabilidad: los minoristas baten al mercado
En paralelo, el importe mediano de las carteras de estos inversores ha crecido un 20% en apenas cinco años, pasando de 4.700 a 5.630 euros. Más relevante aún, una parte significativa de estos minoristas han logrado batir consistentemente el rendimiento del Ibex 35 y otros índices clave como el IPC, con entre un 42,6% y un 61,5% de ellos obteniendo rentabilidades superiores a la media del mercado.
Concentración sectorial: banca y energía, protagonistas indiscutibles
El informe revela asimismo una alta concentración sectorial en las carteras minoristas. El sector financiero, líder del Ibex 35 y beneficiado por la política monetaria expansiva del BCE, acapara entre el 34,2% y el 38,9% del volumen de inversión de estos actores. Le sigue el sector energético, con un peso que oscila entre el 21,9% y el 26,3%. En la práctica, muchos pequeños inversores concentran sus apuestas en uno a tres valores, una estrategia que ha mostrado cierto éxito pero que también plantea interrogantes sobre la diversificación y la gestión del riesgo.
Las mujeres, mejores gestoras: rentabilidades superiores sin mayor riesgo
Un dato que destaca el estudio es el notable desempeño de las mujeres inversoras, que durante todo el periodo analizado han logrado rentabilidades superiores a las de los hombres en casi todos los grupos de edad. En 2023, esta diferencia fue clara en todos los rangos etarios. Y lo más relevante: esta mayor rentabilidad no se explica por asumir mayores riesgos, ya que hombres y mujeres mantuvieron perfiles similares en ese aspecto. Este hallazgo apunta a un cambio en la dinámica tradicional de inversión y abre debates sobre estilos y decisiones financieras.
Un aviso desde la CNMV: mercados públicos en retroceso y urgencia de revitalización
Pese a este crecimiento en la participación minorista, las autoridades financieras lanzan alertas que deberían ocupar la agenda de todo economista y regulador. Carlos San Basilio, presidente de la CNMV, ha subrayado la preocupante pérdida de peso de los mercados públicos en el sistema financiero europeo. España refleja esta tendencia con una caída del 17% en el número de empresas cotizadas en las últimas dos décadas y una reducción del volumen negociado en el mercado secundario a la mitad.
San Basilio ha reconocido que una regulación cada vez más estricta puede estar ahogando la liquidez y la dinámica del mercado, además de expulsar a los inversores minoristas, que desde la crisis financiera han ido abandonando la bolsa europea para trasladar sus ahorros a Estados Unidos, donde encuentran mercados más accesibles y dinámicos.
Hacia una nueva etapa: incentivos para diversificar y recuperar protagonismo
El reto para Europa, y especialmente para España, es rediseñar un ecosistema que atraiga y retenga al inversor minorista, incentivando la diversificación hacia activos más allá de depósitos y letras —los preferidos tradicionalmente— como bonos, acciones y fondos. La propuesta de San Basilio apunta hacia iniciativas comunitarias como la Unión de Ahorro e Inversiones, que busca simplificar procedimientos, reducir cargas regulatorias y activar mecanismos para hacer los mercados más competitivos y eficientes.
La irrupción creciente de los inversores minoristas en el Ibex 35 no solo altera el perfil del mercado bursátil español, sino que también plantea preguntas fundamentales sobre la democratización del ahorro, la función del regulador y la competitividad del ecosistema financiero europeo frente a gigantes globales. Analizar este fenómeno en profundidad es imprescindible para entender hacia dónde se dirige la inversión pública en la próxima década.
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