ANPE: El profesorado "es uno de los grandes perjudicados del abandono económico y fiscal del Gobierno"

El sindicato ANPE ha lanzado una dura advertencia sobre la situación económica del profesorado en España, denunciando un “grave deterioro” de su poder adquisitivo, agudizado por la ausencia de nuevos Presupuestos Generales del Estado, una política fiscal que califican de “injusta” y un “abandono institucional” hacia las clases medias. En un comunicado, la organización asegura que miles de docentes están viendo cómo su salario pierde valor real año tras año, sin que el Gobierno adopte medidas efectivas para revertir esta tendencia.

Una pérdida acumulada que supera los diez puntos

Según ANPE, la pérdida de poder adquisitivo del profesorado no es un fenómeno reciente, sino el resultado de una erosión constante durante los últimos quince años, que se ha intensificado desde 2020. En ese período, el Índice de Precios al Consumo (IPC) ha crecido más de un 20%, mientras que los salarios docentes apenas se han incrementado un 10%, lo que se traduce en una pérdida real superior a los diez puntos porcentuales.

Esta diferencia, respaldada por datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) y el Ministerio de Educación, implica que los docentes tienen cada vez más dificultades para afrontar gastos básicos como vivienda, alimentación o suministros esenciales. “Los salarios no evolucionan al ritmo del coste de la vida, y eso está deteriorando seriamente la calidad de vida del profesorado”, señala el sindicato.

El impacto fiscal: IRPF sin ajustar a la inflación

Uno de los puntos más críticos señalados por ANPE es la falta de actualización del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) conforme a la inflación. La organización denuncia que el Gobierno no ha deflactado las tablas del IRPF para adaptarlas al aumento del IPC, lo que consideran una forma de “castigo silencioso”.

“El resultado es que los incrementos salariales, ya de por sí insuficientes, quedan anulados por una carga fiscal que sigue creciendo, aunque los ingresos reales no aumenten”, denuncia el sindicato. Esta situación afecta especialmente a los tramos medios, donde se ubica la mayoría del profesorado, que asume una mayor presión fiscal sin percibir mejoras sustanciales en sus condiciones económicas.

Presupuestos congelados, mejoras bloqueadas

La continuidad de los Presupuestos Generales del Estado de años anteriores ha supuesto, en palabras de ANPE, un freno para cualquier avance real en el ámbito educativo. La prórroga presupuestaria por segundo ejercicio consecutivo impide, según el sindicato, que se actualicen las partidas destinadas a educación y bloquea cualquier posibilidad de mejora salarial para el personal docente.

“La falta de planificación económica clara evidencia una preocupante desatención al sistema educativo y al personal que lo sostiene. Sin nuevos presupuestos no hay inversión, ni mejora, ni justicia retributiva”, advierte el sindicato, que considera que la inacción gubernamental refleja una falta de compromiso estructural con el profesorado y los servicios públicos esenciales.

Exigencias claras: salarios dignos y reforma fiscal

Ante este escenario, ANPE exige al Gobierno una serie de medidas urgentes para revertir la situación. En primer lugar, reclama la deflactación inmediata del IRPF conforme al IPC acumulado desde 2020, así como una actualización de los salarios docentes que compense la pérdida de poder adquisitivo registrada en los últimos años.

Además, pide la aprobación de unos nuevos Presupuestos Generales que contemplen una inversión real en educación y justicia salarial, junto con una reforma fiscal equitativa que deje de castigar a las clases medias y reparta la carga tributaria con mayor proporcionalidad entre los distintos sectores de la sociedad.

Una advertencia con impacto nacional

“El profesorado es pilar del sistema educativo y motor de transformación social. Sin respaldo económico ni institucional, no solo se deteriora nuestra profesión, sino el futuro mismo de la educación pública en España”, concluye ANPE, que ha reafirmado su compromiso de mantener la presión hasta que se atiendan sus reivindicaciones.

Con este posicionamiento, el sindicato pone sobre la mesa una de las grandes asignaturas pendientes de la política educativa en España: garantizar la estabilidad y dignidad económica de quienes forman a las futuras generaciones.