El dentista, un lujo prohibitivo para 7 de cada 10 ciudadanos
La baja inversión pública en salud bucodental y la falta de cultura preventiva obligan a millones de personas a aplazar tratamientos esenciales
Casi siete de cada diez españoles reconocen que han reducido sus visitas al dentista por motivos económicos. Esta es una de las conclusiones más preocupantes del último informe presentado por la Fundación IDIS, que pone de manifiesto el impacto de la baja inversión pública en salud bucodental en el bienestar general de la población.
Según el estudio, España destina apenas un 2 % del gasto sanitario total a la salud bucal, una cifra muy inferior a la media europea, que se sitúa en torno al 31 %. Esta diferencia se traduce en una cobertura pública escasa, fragmentada y centrada únicamente en colectivos vulnerables, como los niños, las embarazadas, los pacientes oncológicos o las personas con discapacidad.
Mientras tanto, la mayoría de tratamientos odontológicos deben costearse a través del sistema privado, lo que deja fuera del circuito asistencial a buena parte de la ciudadanía, especialmente en contextos de dificultad económica.
Ir al dentista, un lujo para muchos hogares
La directora general de la Fundación IDIS, Marta Villanueva, ha destacado que el informe refleja una realidad alarmante: solo un 39 % de los españoles visita al dentista al menos una vez al año. El resto acude únicamente cuando tiene un problema evidente, lo que pone en evidencia la escasa implantación de una cultura preventiva en el ámbito bucodental.
“Más allá de lo estético, todo lo que sucede en la boca tiene repercusión en el resto del cuerpo”, afirma Villanueva. “Necesitamos generar conciencia y conocimiento en la población. La prevención es clave no solo para evitar complicaciones dentales, sino también para detectar a tiempo problemas que pueden impactar en la salud general”, añade.
El informe revela también que el gasto medio anual en salud bucodental por hogar en España asciende a 219 euros, una cifra que para muchas familias resulta difícil de asumir, especialmente si se requieren tratamientos complejos o de larga duración.
Un sistema público con carencias estructurales
Uno de los aspectos más criticados por la Fundación IDIS es la falta de planificación y cohesión en el Sistema Nacional de Salud (SNS) en lo referente a la atención bucodental. Las prestaciones actuales se limitan, en la mayoría de los casos, a empastes básicos y extracciones, sin ofrecer soluciones para afecciones más graves o necesidades de prevención.
Esta carencia estructural fomenta las desigualdades, ya que solo quienes pueden acceder a la sanidad privada reciben una atención completa. La salud oral queda, de este modo, relegada a un segundo plano en la agenda sanitaria, pese a su importancia en la calidad de vida y en la salud integral.
La urgencia de cambiar el modelo
Desde la Fundación IDIS se insiste en que es fundamental impulsar una reforma que integre la salud bucodental en la estrategia sanitaria nacional. Aumentar la financiación pública, crear planes de atención más amplios y fomentar la educación sanitaria en escuelas y centros de salud son algunas de las claves propuestas.
La evidencia es clara: la salud de la boca no puede seguir siendo tratada como algo accesorio. Las enfermedades periodontales, las caries no tratadas o las infecciones dentales pueden derivar en problemas cardiovasculares, respiratorios o incluso metabólicos.
En un momento en que la prevención se consolida como uno de los pilares del sistema sanitario moderno, la salud bucodental debe ocupar el lugar que le corresponde.
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