La gripe vuelve a repuntar en Catalunya con 93.500 casos en una semana

La gripe ha irrumpido con una fuerza en Catalunya cuando aún no ha comenzado oficialmente el invierno. En este sentido, los últimos datos de vigilancia epidemiológica confirman un repunte muy marcado de las infecciones respiratorias que sitúa al sistema sanitario ante uno de los momentos más exigentes de los últimos años. La incidencia no solo es alta: supera ampliamente los registros de las tres temporadas anteriores y lo hace, además, de forma más temprana.

Durante la semana epidemiológica 50, comprendida entre el 8 y el 14 de diciembre, se contabilizaron más de 93.500 casos de infecciones respiratorias agudas, lo que equivale a una incidencia de 1.152 afectados por cada 100.000 habitantes. Este nivel sitúa a Catalunya en el umbral de transmisión muy alta, un escenario que no se alcanzaba tan pronto en el calendario desde antes de la pandemia. Justificando así, el conjunto de medidas tomdas por parte de la Generalitat en materia de prevención.

La gripe vuelve a ser el virus dominante

Entre los distintos virus respiratorios en circulación, la gripe ha tomado claramente la delantera. Dos de cada tres muestras analizadas corresponden a este virus, muy por encima del resto de patógenos habituales del invierno. 

El rinovirus aparece en segundo lugar, con algo más del 10% de los casos, mientras que el coronavirus humano y el virus respiratorio sincitial (VRS) mantienen una presencia más limitada, aunque relevante en determinados grupos de edad.

La incidencia estimada de la gripe se sitúa ya en 764 casos por cada 100.000 habitantes y encadena siete semanas consecutivas de crecimiento. Esta tendencia no solo no se ha frenado, sino que ha superado con claridad los picos máximos registrados en los tres inviernos anteriores.

Niños y mayores, los más expuestos

El impacto del repunte no es homogéneo en toda la población. En el ámbito pediátrico, la gripe A concentra más del 62% de los resultados positivos, seguida del VRS, que sigue siendo uno de los principales responsables de infecciones respiratorias graves en los primeros años de vida.

En los hospitales, el patrón se repite. El 76% de los ingresos por gripe corresponden a personas mayores de 60 años. Estamos hablando de dos grupos especialmente vulnerables, en los que las complicaciones pueden aparecer con mayor rapidez y gravedad.

Mascarillas y prevención en centros sanitarios

Ante este escenario, las autoridades sanitarias mantienen las recomendaciones previstas para situaciones de alta transmisión. En hospitales, centros de atención primaria y espacios sociosanitarios se solicita el uso de mascarilla quirúrgica por parte de profesionales, pacientes y acompañantes.

Estas medidas, incluidas en los protocolos estatales y catalanes de control de infecciones respiratorias, buscan reducir la transmisión en entornos donde conviven personas especialmente vulnerables y donde el riesgo de contagio es más elevado.

Vacunación: una herramienta clave, pero con margen de mejora

La campaña de inmunización frente a la gripe y la COVID-19 comenzó el pasado 22 de septiembre y se dirige principalmente a personas mayores, menores de cinco años, mujeres embarazadas y colectivos con mayor riesgo de complicaciones. Sin embargo, las coberturas actuales muestran una situación desigual.

La vacunación antigripal alcanza al 66% de los mayores de 80 años y al 53% del grupo de 70 a 79 años. En el caso de la COVID-19, las cifras descienden hasta el 55% y el 39%, respectivamente. Entre los niños de entre 6 y 59 meses, la cobertura frente a la gripe se sitúa en el 40%.

En este sentido, los responsables sanitarios recuerdan que la vacunación sigue siendo la medida más eficaz para prevenir complicaciones graves y reducir ingresos hospitalarios.

Higiene, sentido común y responsabilidad colectiva

Más allá de las vacunas, las recomendaciones básicas vuelven a cobrar protagonismo en un contexto de alta circulación viral. Lavarse las manos con frecuencia, cubrirse al toser o estornudar, usar mascarilla en espacios compartidos, ventilar los interiores y evitar el contacto estrecho con personas enfermas son medidas sencillas que reducen de forma significativa la transmisión.

Quedarse en casa ante los primeros síntomas y contactar con el 061 en caso de empeoramiento son también pautas clave para proteger tanto la salud individual como la colectiva.

Un invierno exigente para la salud pública

Con las fiestas navideñas a la vuelta de la esquina y un aumento previsto de los encuentros sociales y la movilidad, el repunte de la gripe dibuja un invierno especialmente exigente para Catalunya. Los datos confirman una temporada adelantada, intensa y con mayor impacto que en años recientes, lo que obliga a extremar la prevención y a reforzar el mensaje de responsabilidad compartida.

La evolución de las próximas semanas será clave para determinar si el sistema sanitario logra contener esta ola o si la presión asistencial seguirá creciendo en uno de los momentos más delicados del año.