Los socios del gobierno en la sombra, los cuperos, no están dispuesto a ser cómplices de la decisión del ejecutivo y han decidido presentar una propuesta de resolución para que el Parlament inste al gobierno a acusar a la antigua CDC.
Manos Limpias era la única acusación, que solicitaba la condena para la infanta Cristina. Tras su absolución de los delitos contra la Hacienda Pública, el pseudosindicato ha sido condenado a pagar las cosas judiciales.