Los hechos se remontan a junio de 2020. El acusado acudió con su pareja a cenar a un restaurante de Móstoles y tras la velada, comenzó una fuerte discusión entre ambos. La misma provocó que la pareja saliera del establecimiento a la calle, donde continuó la pelea hasta subirse al coche, aparcado a unos metros del restaurante.
Triplicó la tasa de alcoholemia permitida y fue imputada por un delito contra la seguridad vial.
Varias audiencias provinciales dictaron sentencias contradictorias y el Alto Tribunal unifica la doctrina, que considera que soplar dos veces es parte de un único examen obligatorio.
El delantero argentino ha sido sorprendido de nuevo conduciendo bajo los efectos del alcohol, solo dos meses después de haber sido condenado a nueve de cárcel por negarse a pasar un control de alcoholemia.