El caso de la Banca Privada de Andorra es inacabable. La «penúltima» consecuencia ha sido la dimisión, aplazada sobre lo que era privisible, del ministro de Administración Pública, Transportes y Telecomunicaciones, Jordi Alcobé, uno de los «hombres fuertes» del gabinete que presideiix Antoni Martí.