"Y qué? Me sabe mal. Qué quieres que haga?", ha respondido Bolsonaro a los periodistas que le reclamaban una valoración de estas cifras.
El país carioca se ve abocado a una segunda vuelta en que Bolsonaro no tendrá complicado consolidar esa masa electoral que ha apostado por él y que está formada en gran medida por electores descontentos con la derecha y la izquierda corruptas del país.