Con temperaturas que superan los 40 grados en puntos como Lleida, y un calor abrasador que ha llegado antes de lo habitual, la demanda de soluciones para mitigar el clima y las incidencias en áreas metropolitanas se han disparado.
Los principales beneficios de este cambio están en el consumo y en el tiempo de vida además de contribuir a un menor consumo energético, a aumentar el uso más eficiente de la energía y a reducir la generación de residuos.