Estos documentos eran presentados en sus trámites de extranjería a cambio de cantidades de dinero.
El mercado de productos falsos supuso el 2,5% del mundial, hasta alcanzar los 308.000 millones de euros, mientras que en la UE estos productos representaron hasta el 5% de las importaciones totales, por valor de hasta 76.000 millones de euros.
La OCDE alerta sobre el aumento de productos electrónicos falsificados que a menudo consiguen colarse por las aduanas.