Cristiano Ronaldo, de la mano de su prometida española Georgina Rodríguez, salió de la sala sonriendo y haciendo una pausa para firmar autógrafos antes de irse en una camioneta negra.
Consciente de que también fue en parte responsable de la marcha de Lopetegui, el defensa confesó que su rendimiento al principio de la temporada no había sido bueno y no estaba en consonancia con su condición de campeón del mundo.
Queda cerrado el enfado surgido en la Eurocopa de Francia, en la que 'La Roja' quedó eliminada en octavos de final.