La compañía ha comunicado que dejará de volar a Malabo por falta de rentabilidad.
Me indignan los silencios cómplices y el pasar de puntillas de algunos ante los atentados a la democracia y los derechos humanos. Sé perfectamente que el dinero es capaz de comprarlo casi todo, que el petróleo aun es un producto codiciado y que muchos prefieren el postureo de moda antes que inmiscuirse en ‘asuntos de estado’. Sí, eso es lo cómodo que permite a cierto personal darse una capa de barniz progresista mientras se obvian injusticias instaladas hijas del ‘laissez faire’.