El exalcalde de Pozuelo de Alarcón admitió haber recibido varios regalos de Francisco Correa, pero por su relación de amistad y no, como sostiene la Fiscalía, por haber intercedido para que las empresas de su amigo obtuvieran contratos públicos.
El cerebro de Gürtel también pagó las facturas de la oficina electoral del Partitdo Popular de Sepúlveda para las municipales de 2003.
Es la versión del payaso que animaba las celebraciones y de la empresa de decoración, testigos en el juicio contra la trama.
Jesús Sepúlveda, sin embargo, niega haber recibido dinero de su "amigo" ni de nadie de la supuesta trama corrupta.
Estos regalos comenzaron cuando Sepúlveda le dijo a Correa que le "apetecía tener" un Range Rover, a lo que le contestó "te lo compro, nada más".