La compañía que pertenece al grupo automovilístico Volkswagen trucóun total de 60.000 vehículos en todo el mundo de sus modelos A6 y A7 con motores diésel.
Toyota explica que esta decisión se debe a la "fuerte demanda" por parte de los clientes de los vehículos híbridos en sus modelos principales.
El presidente y consejero delegado del consorcio automovilístico Volkswagen en Estados Unidos, Michael Horn, ha asegurado que lo sucedido con el software que podía manipular las emisiones de los motores diésel "no fue una decisión corporativa", sino algo que llevaron a cabo "un par de ingenieros".