El 1 de agosto de 1976, el piloto austriaco sufrió un grave accidente, dejando su Ferrari 312 T2 destruido, tras sufrir un accidente en el Gran Premio de Alemania.
El ex piloto de F1 es dueño de la filial de la ya desaparecida Air Berlin, Niki, que ha cesado sus operaciones después de que Lufthansa no pudiera adquirirla.