En esos años, la vida rural era vista con desdén: un “desprecio compasivo por la ignorancia, rudeza y tosquedad de sus habitantes”, aislados de la capital por la mala calidad de los caminos.
La banda de Pablo Iglesias ha puesto encima de la mesa lo de la celebración del 12 de octubre. Impartir doctrina a los demás sin ser cura o ayatolá es de ególatras.