El congreso del partido laborista pone en aprietos a Jeremy Corbyn
El líder de la oposición prefiere adelantar elecciones antes que realizar un nuevo referéndum sobre el Brexit.
Se planteaba como un congreso importante. Entre las bases había ganas de opinar, de hacerse oír, de azuzar a una dirección laborista resignada ante el 'Brexit duro' que ha terminado imponiéndose. Y lo han logrado.
Jeremy Corbyn ha declarado que un "no acuerdo" con Bruselas "sería inconcebible y un desastre nacional".
Ante esta expectativa, en el discurso de cierre de la Conferencia del Partido Laborista en Liverpool, Corbyn ha reclamado elecciones anticipadas.
Aunque el líder laborista ha evitado apoyar de forma explícita la celebración de un segundo referéndum sobre la pertenencia a la Unión Europea, ha dejado una puerta abierta apelando a la democracia.
Aparentemente, Corbyn ha firmado una tregua con las facciones más contestatarias del partido y ha sorteado hábilmente la reclamación del 85% de los militantes de la formación de realizar otra consulta sobre el Brexit.
Con una Theresa May deshojando la margarita sobre si volver o no a las urnas, el partido de centroizquierda tiene la oportunidad de capitalizar el descontento o el rechazo al Brexit, sobre todo si este se consuma sin llegar a un acuerdo con la Unión Europea. Solo el tiempo dirá si la habilidad de Corbyn está a la altura del reto.
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