El River Plate se impone al Boca en la final de la Copa Libertadores (3-1)
Tras una final que se convirtió en agónica a partir de la prórroga, River Plate consigue su cuarta Copa Libertadores ante su eterno rival Boca Juniors (3-1), en una final histórica disputada en el Santiago Bernabéu tras los altercados en Buenos Aires (Argentina).
3 años ha tenido que esperar River para volver a alzar la que es la cuarta copa para los millonarios argentinos, de la mano de Marcelo Gallardo en la banqueta. Pero esta vez, ha tenido un sabor especial porque el rival derrotado es Boca Juniors del denominado como Superclásico de Sudamérica (3-1) - algo así como si el FC Barcelona y el Real Madrid disputaran la final de la Champions League.
En una final que ha tardado casi un mes en celebrar su vuelta tras el empate a 2 en la Bombonera de Boca, finalmente la sede de la final ha sido el Santiago Bernabéu. En otro continente, fuera de Sudamerica y no a 30 kilómetros del estadio de los azul y oro, en el Monumental, donde se intentó jugar y las barras bravas no lo permitieron. Históricamente decepcionante para el fútbol argentino y favorable para España.
Un derbi de barrio que se ha elevado a la final de la Copa Libertadores por primera vez en esta competición, de la que el máximo campeón es otro argentino, el Independiente con 7, mientras Boca Juniors la ha ganado 6 veces y River Plate ahora ya 4.
Mucha tensión y expectación para esta final eterna, 'la final', que ha dejado que los noventa minutos reglamentarios hayan vuelto a desembocar en el empate 1 a 1. Primero adelantaba Benedetto a Boca en el minuto 43 y Pratto hacia lo propio para el River en el 68. Ambos goles evidenciaban qué equipo dominó cada parte del tiempo reglamentario de un partido con más sentimiento que técnica futbolística.
Una Superfinal que se ha ganado la denominación en la prórroga, donde llegarían los goles de la victoria de River y la agonía para Boca, que jugaría los 30 minutos adicionales con uno menos por la doble amarilla al central Wilmar Barrios y que acabaría el partido con 9, tras el abandono de Gago, que había salido en la segunda mitad por substitución de otro lesionado, Pablo Pérez.
Valdano dijo durante la primera mitad que "Boca quiere y River espera" para explicar la tónica del partido. Pues a partir del minuto 45, River dejó de esperar y fue a por la Libertadores ante un Boca que le costó aguantar el tipo tanto física como anímicamente. Entonces, ya en el 108, Quintero, el hombre del partido y en el que se rumorea que Florentino Pérez tiene el ojo puesto, adelantaría al River en el marcador, poniendo el 2 a 1, dando la vuelta al encuentro.
Ricardo Torrents
Aún así, a un minuto del final de la prórroga, la mala suerte se apoderaría de Leonarda Jara (Boca) estrellando su remate al palo de la portería del guardameta Armani (River) y destrozaba la idea de volver al empate para Boca y haría creer a River en ser campeón.
Tanto fue así, que en el minuto final de descuento, Gonzalo Martínez marcaría a placer el definitivo 3 a 1, después de que el portero Andrada hubiera subido al último ataque de su equipo. El River, sin poder jugar en su estadio, en el Monumental, gana la Libertadores en el Bernabéu.
Por lo tanto, la séptima de Boca se hará esperar, tras el recuerdo amargo de los altercados de hace un mes en Buenos Aires (Argentina), de 2015 cuando fueron eliminados en octavos en la Bombonera contra el River porque unos aficionados agredieron a los jugadores millonarios.
Por su parte, River gana su cuarta Copa Libertadores ante los ojos de gran parte del mundo pero fuera de su país y se clasifica para el Mundialito de Clubes, donde la estrella de este conjunto, Gonzalo Martínez, que en enero dejará el fútbol para dedicarse profesionalmente al fútbol americano.
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