El asesinato de Khashoggi fue planeado y ejecutado por funcionarios saudíes

Una investigación dirigida por las Naciones Unidas sobre el asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi señala que las pruebas apuntaban a un crimen brutal "planeado y perpetrado" por funcionarios saudíes.

El asesinato de Khashoggi por un equipo de agentes saudíes el 2 de octubre provocó una repulsa generalizada y empañó la imagen del príncipe heredero Mohammed bin Salman, admirado anteriormente en Occidente por impulsar cambios profundos, como la reforma tributaria, los proyectos de infraestructura y la posibilidad de que las mujeres condujeran.

Las agencias de inteligencia de Estados Unidos creen que el príncipe heredero Mohammed ordenó una operación para matar a Khashoggi, un crítico y columnista de 'The Washington Post', y dicen que su cuerpo fue desmembrado y trasladado a un lugar aún desconocido públicamente. Riyadh niega que el príncipe estuviera involucrado en el asesinato.

"Las pruebas recogidas durante mi misión a Turquía muestran que Khashoggi fue víctima de una matanza brutal y premeditada, planeada y perpetrada por funcionarios del Estado de Arabia Saudita", dijo Agnes Callamard, relatora especial de la ONU para las ejecuciones extrajudiciales o arbitrarias, en una declaración emitida en Ginebra.

Dijo que su misión a Turquía del 28 de enero al 3 de febrero con un equipo de tres expertos "no pudo establecer con firmeza si la intención original era secuestrar a Khashoggi, con su asesinato planeado sólo en el caso de que este secuestro fracasara".

Los funcionarios saudíes habían "socavado gravemente" y retrasado los esfuerzos de Turquía por investigar la escena del crimen en su consulado de Estambul, donde Khashoggi había ido a buscar los papeles necesarios para su boda, dijo.

Ni la oficina de comunicaciones del gobierno saudí ni el Ministerio de Asuntos Exteriores de Turquía dieron respuestas inmediatas a las solicitudes de comentarios sobre el informe.

"LIMPIEZA DE LAS ESCENAS DEL CRIMEN"

El retraso en el acceso al consulado y a la residencia y la "limpieza de las escenas de los crímenes" había limitado severamente el potencial de la investigación forense criminal turca para "producir pruebas contundentes", añadió Callamard.

Después de la primera visita de Khashoggi al consulado el 28 de septiembre, la planificación saudí incluyó "el viaje de los tres equipos que llevaron a cabo la operación; la presencia de un doble de Khashoggi que fue visto salir del consulado; la presencia de un médico forense; la fuga de los miembros de los equipos y, por supuesto, la eliminación del cuerpo de Khashoggi".

Era "irrazonable" que las autoridades saudíes siguieran sin revelar el paradero de los restos de Khashoggi, "después de haber admitido que se encontró con su muerte bajo su custodia en sus locales consulares", añadió.

Callamard dijo que su equipo tenía acceso a parte del "escalofriante y espantoso material de audio" sobre la muerte de Khashoggi obtenido por la agencia de inteligencia turca. También se le había prometido acceso a informes forenses y policiales críticos para su investigación.

Un portavoz del fiscal saudí dijo a finales del año pasado que 11 saudíes habían sido acusados y remitidos a juicio por el caso, y que las autoridades habían pedido la pena de muerte para cinco de ellos.

Arabia Saudita ha negado la solicitud de Turquía de extradición de los 11 sospechosos, en medio de reclamos conflictivos de jurisdicción, dijo Callamard. Tenía "grandes preocupaciones" sobre la imparcialidad de los procedimientos del juicio y había solicitado una visita oficial al reino.

Callamard debe presentar su informe final en junio al Consejo de Derechos Humanos de la ONU, incluyendo recomendaciones sobre la responsabilidad penal formal.