​Una mujer de 76 años fue picoteada hasta la muerte por su gallo mascota

Una anciana muere después de haber sido atacada por un gallo en su finca rural en Australia, en lo que los expertos describen como un "fatal ataque de gallo".

La mujer de 76 años de edad estaba recogiendo huevos cuando un gallo doméstico le picoteó la parte inferior de la pierna izquierda, causando una "hemorragia significativa con colapso y muerte".

La autopsia mostró que su pierna izquierda estaba cubierta de sangre seca y pegajosa cerca de dos pequeñas laceraciones sangrantes, una de las cuales se localizó inmediatamente sobre una "variz grande perforada", describen expertos médicos en la revista 'Forensic Science, Medicine and Pathology' (Advertencia: las imágenes forenses no son aptas para personas impresionables).

Su muerte se debió, por tanto, al "desangrado" de las "venas varicosas sangrantes" tras el ataque de su gallo.

La mujer tenía antecedentes de afecciones médicas tratadas que podrían haber afectado la capacidad de su cuerpo para regular la sangre, incluyendo presión arterial alta o hipertensión, colesterol alto (hiperlipidemia), diabetes tipo 2 y venas agrandadas o torcidas conocidas como venas varicosas.

Aunque las venas varicosas suelen ser benignas y tratables, el sangrado de una que se ha perforado es una emergencia médica. La afección ocurre cuando la presión arterial se acumula dentro de las venas y es bastante común, afectando hasta una cuarta parte de todos los adultos y hasta la mitad de las personas de 50 años o más.

Una serie de estudios de caso en los últimos años han explorado las muertes relacionadas con las lesiones de las venas varicosas, incluyendo las muertes no relacionadas de víctimas de hemorragia de 55 y 66 años de edad y de un hombre de 85 años de edad que murió en su bañera.

Aunque los ataques mortales de gallo son increíblemente raros, los autores dicen que el estudio de caso representa cómo incluso los animales más pequeños y de apariencia más inocua pueden representar una amenaza para las personas vulnerables, incluyendo a los ancianos.

"Este caso demuestra que incluso los animales domésticos relativamente pequeños pueden ser capaces de infligir lesiones letales a los individuos si hay vulnerabilidades vasculares específicas presentes", escriben los investigadores.

El profesor Roger Byard, de la Universidad de Adelaida, en Australia, comenta a 'IFLScience' que estos ataques son evitables. "El caso es significativo ya que llama la atención sobre la vulnerabilidad de los ancianos con varices a traumas menores, incluso a causa del picoteo de un gallo. Los ataques letales de gallo son muy raros, pero los animales pequeños pueden causar la muerte por trauma", escribió en un correo electrónico.