jueves, 18 de abril de 2024 02:23
Sociedad

​IKEA paga 41 millones de euros a la familia de un niño que murió por la caída de un mueble

Jozef Dudek, de dos años de edad, murió después de que una cómoda MALM de IKEA  le cayera encima en mayo de 2017.

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IKEA pagará 46 millones de dólares (unos 41 millones de euros) a los padres de un niño que murió asfixiado después de que le cayera encima un aparador del gigante inmobiliario sueco. La familia de Jozef Dudek, de dos años, de California, (EEUU), llevó el caso a los tribunales y ahora se ha llegado a un acuerdo para que la empresa pague una compensación, informa la 'BBC'. La cantidad acordada es la más alta en casos de este tipo, según los abogados.


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En mayo de 2017, el mueble de la línea MALM, que pesaba unos 32 kilos, cayó sobre el niño, que acabó asfixiándose. Ya en 2016, la empresa sueca había pagado 50 millones de dólares (unos 48 millones de euros) a las familias de los tres niños americanos que murieron aplastados por los aparadores de la misma gama - Camden Ellis, Curren Collas y Ted McGee .


"Aunque ningún acuerdo ha cambiado los trágicos acontecimientos que nos trajeron aquí, por el bien de la familia y de todos los involucrados, estamos agradecidos de que este caso haya tenido una resolución", dijo el portavoz de IKEA. "Seguimos comprometidos a trabajar para resolver los asuntos de seguridad que son muy importantes para nosotros", dijo.


Los padres donarán un millón de euros


Joleen y Craig Dudek, los padres del niño, dijeron en una declaración que estaban "devastados" por la pérdida de su hijo. "Nunca pensamos que un niño de dos años pudiera hacer que una cómoda de 76 cm se cayera y se asfixiara", dijeron. "No fue hasta más tarde que supimos que era inestable debido al diseño."


Dicen que cuentan la historia de su hijo porque no quieren que la situación "le suceda a otra familia". La familia de Jozef Dudek también dijo que donará un millón de dólares en compensación a los grupos que trabajan para proteger a los niños y niñas de los productos peligrosos.


La marca IKEA había advertido a los clientes que estos aparadores estarían pegados a la pared, de lo contrario no serían seguros, pero tras la tercera muerte de un niño por la caída del mueble, se lanzó una campaña para recoger el producto. En 2016, millones de aparadores fueron retirados de las tiendas en los Estados Unidos y Canadá por razones de seguridad.


La Comisión de Seguridad de Productos de Consumo de Estados Unidos ha lanzado una campaña informativa sobre el riesgo de estos aparadores del gigante inmobiliario sueco, que informa en su página web de que "la mejor manera de evitar accidentes por caída de muebles es fijarlos a la pared".

relacionada EEUU investiga una cómoda de Ikea que ha causado la muerte a tres niños
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