​La contaminación de los nuevos vehículos diesel alcanza niveles mil veces por encima de lo normal

La Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente concluye, a partir de un estudio que analiza dos de los modelos de automóviles más vendidos en Europa, que "la contaminación de los nuevos vehículos diesél alcanza niveles mil veces superiores a los valores normales".

Esta preocupante conclusión del estudio New diesels, new problems (Diésel nuevos, problemas nuevos) la ha dado a conocer este lunes 13 de enero la asociación ambientalista Ecologistas en Acción, que forma parte de la Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente, que escribe en un comunicado que "los coches diésel de última generación tienen picos de emisiones contaminantes 1.000 veces por encima de lo normal".

La federación, que "ha encargado los ensayos a laboratorios independientes", sostiene que "los legisladores europeos y nacionales deberían aceptar definitivamente que los vehículos diésel siguen siendo altamente contaminantes y deberían tomar medidas urgentes, como el endurecimiento de los límites de emisiones y la realización de ensayos de emisiones más estrictos".

"La limpieza del filtro se puede producir cuando el coche se conduce por ciudad, con lo que coches teóricamente limpios (etiqueta C) emiten una enorme cantidad de partículas muy contaminantes durante unos 15 km en zonas con una ya pobre calidad del aire".

"Cada vez más, la contaminación por partículas se considera el ‘enemigo público número uno’, con una persona de cada tres expuesta a niveles de contaminación de partículas insanos en las ciudades europeas. Este es el tipo de contaminación más ligado al cáncer, cuya exposición crónica afecta tanto al corazón como a los pulmones", destacan desde Ecologistas.  

Más de 45 millones de vehículos contienen estos filtros de partículas en Europa, lo que representa un total de 1.300 millones de cambios de filtro al año. 

Estos diésel modernos pueden entrar en la mayoría de las Zonas de Bajas Emisiones, incluida la ULEZ de Londres, por ser considerados ‘limpios’.

Nuria Blázquez, coordinadora de transporte de Ecologistas en Acción, sostiene que "estos test muestran que los diésel todavía son muy sucios. De hecho, están escupiendo altísimos niveles de partículas en nuestras ciudades y autopistas a diario. Ecologistas en Acción siempre ha defendido que la apuesta no debe ser por coches más modernos, sino por menos coches. Muchos menos coches y mucho más transporte público. Y sobre todo modos activos de movilidad, como caminar y usar la bicicleta”.

En las pruebas encargadas por la Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente, se analizaron el modelo Qashqai de Nissan y el modelo Astra de Opel, "el segundo y el cuarto modelo más vendido en el mercado europeo en sus segmentos".

Los dos "mostraron valores entre el 32 y el 115 por ciento por encima del límite legal de partículas, cuando realizaron estas limpiezas de filtros de partículas en pruebas independientes".

Sin embargo, Ecologistas señala que "existe laguna en la legislación, los límites legales no se aplican para la limpieza de los filtros. Esto significa que se ignoran entre el 60 % – 99 % de las emisiones de las partículas reguladas".

Cuando las partículas ultrafinas, que no están reguladas, se midieron en el laboratorio, "las emisiones totales de partículas del Nissan Qashqai y del Opel Astra todavía aumentaron entre el 11 y el 184%".

Esto significa que grandes cantidades de contaminantes son absolutamente ignorados desde el punto de vista legal, a pesar de que estas partículas son las más peligrosas para la salud humana, debido a su capacidad de penetrar profundamente en los pulmones y de atravesar incluso la barrera pulmonar.

Las partículas ultrafinas no se miden en las pruebas oficiales, se consideran las más dañinas para la salud humana porque penetran profundamente en el cuerpo y se asocian con el riesgo de cáncer.

Por eso, T&E y Ecologistas en Acción han pedido a la nueva Comisión Europea que requiera a las autoridades competentes que se comprueben las emisiones reales de los vehículos después de haber sido vendidos, tal como hace la Agencia de Protección Ambiental de EE UU.