Los escoltas de la Casa Real estallan contra las infantas por no garantizar su seguridad
Y total, para realizar tareas que no son las suyas", explica un miembro de la escolta.La infanta se encuentra retenida en casa, por lo que los escoltas, más que protegerla, actuan como recaderos.
El estado de alarma exige que la población reduzca al máximo sus movimientos, que sólo acudan a trabajar aquellos que realizan actividades esenciales. Sin embargo, parece que este mensaje no ha llegado a la Casa Real. La infanta Cristina tiene escoltas retenidos en Ginebra, mientras que la Infanta Elena "se fue de cacería" poco antes de decretar el estado de alarma con 20 escoltas. Los trabajadores de las infantas denuncian que siguen trabajando al mismo ritmo y sin ningún tipo de protección, según informa Vanitatis.
La infanta Cristina se encuentra confinada en Ginebra sin visitar a su marido, Iñaqui Urdangarín. Tiene quince escoltas a su servicio que se dividen en grupos para garantizar el servicio las 24 horas. Ahora, estos escoltas se encuentran "lejos de sus familias y de los suyos en momentos tan duros como estos. Y total, para realizar tareas que no son las suyas", explica un miembro de la escolta.
La infanta se encuentra retenida en casa, por lo que los escoltas, más que protegerla, actuan como recaderos. "Ahora vete a comprar medicinas a las 3 de la madrugada" o "ahora ve a por una pizza al restaurante X" son órdenes habituales de la hermana mediana del rey.
La infanta Elena, en rebeldía
Ha tenido que ser el rey emérito, Juan Carlos I, quien consiguió que la infanta Elena respete el confinamiento. Tuvo que llamarla y pedirle, por favor, que no saliera. "Ha estado saliendo hasta el último momento, incluso se fue de cacería", denuncian los escoltas a Vanitatis.
La hermana mayor del rey tiene 20 agentes asignados. Este equipo suele desplazarse con ella, siguiéndola en coche y por la calle. Ahora, con la infanta ya confinada, están todos en una sala de espera de diez metros cuadrados esperando recibir alguna indicación. Están sin protección y con miedo a enfermar, y es que cuatro de ellos ya están de baja con síntomas de gripe.
La Casa Real no aporta soluciones a sus trabajadores. Ellos apuestan por una reducción de servicios, ya que su trabajo habitual ya no tiene sentido. Explican que sus tareas ahora mismo son ir a comprar, pasear al pueblo o "ir a Zarzuela a buscar unos zapatos".
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