Quedan pocas horas para que la segunda tanda de la familia Pujol comparezca ante sus Señorias en el Parlament de Catalunya. Esperemos que, esta vez, nuestros representantes institucionales sean capaces de no hacer el ridículo con sus preguntas, casi todas ellas amparadas en recortes de diarios impresos. Toca trabajar, investigar y preguntar a los carismáticos comparecientes para que éstos no monten el espectáculo de sus progenitores y hermano mayor, y nos evitemos todos el sofoco, y como diría el President de esta singular Comisión, "la vergüenza ajena" de escuchar sus bravatas y desvergüenzas en unos asuntos que en otro país de nuestro entorno, ya estarían castigadas judicialmente.
Quedan pocas horas para que la segunda tanda de la familia Pujol comparezca ante sus Señorias en el Parlament de Catalunya. Esperemos que, esta vez, nuestros representantes institucionales sean capaces de no hacer el ridículo con sus preguntas, casi todas ellas amparadas en recortes de diarios impresos. Toca trabajar, investigar y preguntar a los carismáticos comparecientes para que éstos no monten el espectáculo de sus progenitores y hermano mayor, y nos evitemos todos el sofoco, y como diría el President de esta singular Comisión, "la vergüenza ajena"de escuchar sus bravatas y desvergüenzas en unos asuntos que en otro país de nuestro entorno, ya estarían castigadas judicialmente.
Hoy, un medio de comunicación ya ha puesto en solfa a Jordi Pujol i Ferrusola por sus no reconocidos negocios con las ambulancias, con los que ganó mucho dinero y se benefició de contratos con la Generalitat que presidia su Molt Honorable padre y progenitor. O sea, que según el colega, mintió en sede parlamentaria, algo que deberían haber demostrado los diputados que le preguntaron, si hubieran dedicado horas a su trabajo investigador como ha hecho el colega Antonio Fernández, de El Confidencial.
Y dado que estamos en esa fase analítica de lo que fue esta penosa comparecencia, dejo encima de la mesa lo que en la edad de oro de la radio se llamaba "peticiones del oyente". Concretamente, dos: Una, la que se refiere a la cinta de La Camarga, que según dijo el mayor de los Pujol, al entregársela a David Fernández, es la versión íntegra de la conversación entre las dos damas que la realizaron, y que debería ser "conocida" por todos, especialmente en aquellos tramos que, al parecer, se mutilaron y que podrían situar a Alicia sánchez-Camacho en el limbo de los políticos lenguaraces, que es el único lugar donde una representante pública nunca debiera estar. Y dos, que esta vez, en la Comisión de marrras, veamos algún líder de los partidos catalanes, que en la comparecencia del lunes pasado brillaron por su inexplicable y mosqueante ausencia.
A trabajar, Señoras y Señores diputados, a trabajar.
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