EL MODELO DE PAIS DE MAS

Lo que más incertidumbre está generando entre los catalanes es no saber qué es lo que puede pasar el día después de una hipotética declaración unilateral de independencia de Catalunya. ¿Cuál es el país en el que viviremos entonces? , ¿cuál es el país que están diseñando para el futuro los que ahora capitanean nuestro destino desde el Palau de la Generalitat con Artur Mas al frente?.

Lo que más incertidumbre está generando entre los catalanes es no saber qué es lo que puede pasar el día después de una hipotética declaración unilateral de independencia de Catalunya. ¿Cuál es el país en el que viviremos entonces? , ¿cuál es el país que están diseñando para el futuro los que ahora capitanean nuestro destino desde el Palau de la Generalitat con Artur Mas al frente?.

En el punto en el que nos encontramos las respuestas llaman a nuestra puerta con insistencia. Esta semana, ha quedado claro que para "el Govern dels millors", los que lo están pasando peor en nuestra sociedad, por esa "insufrible" e "inacabable" crisis, no son una prioridad para ese rediseño de sociedad. Este Govern puede gastarse 2,5 millones de euros en la celebración de actos de conmemoración del tricentenario de 1714 y 5 millones euros en la preparación de una "consulta", sin que la partida para paliar la creciente cifra de pobreza en Catalunya sea posible aumentarla, bajo un planteamiento que puede resumirse en hay para "circo" pero no para "pan" .

Podría pensarse que este es solo un error de cálculo de quienes nos imponen a su antojo tal cosa, en una sociedad como la catalana, en donde la solidaridad para con nuestros congéneres, queda sobradamente demostrada en la respuesta a modo de recaudación masiva que se ha hecho por ejemplo por el Banco de Alimentos o la famosa Marató de TV3, meses atrás. Para mi queridos lectores, esta negativa de negarle la cobertura de las necesidades básicas a esos 88 catalanes que cada mes ingresan en la pobreza, es solo una muestra más de las prioridades que tiene el clan Mas, y que no es otro que el de seguir alimentando la indignación colectiva, como un caldo de cultivo a fuego lento, con resultados totalmente imprevisibles, pero que se intuyen no muy prometedores y positivos para el conjunto de todos nosotros.

Como catalana no quiero un modelo de país que se desentiende con tanta frivolidad de los que más nos necesitan. No estoy por apoyar un modelo que retroceda de la atención desde el concepto de bienestar social al de la pura e ineficaz caridad de tiempos de la posguerra. Y no lo apoyo porque creo que dotar a las personas de una caña para que pesquen sus propios peces a la larga es mejor que el simple pescado para el hoy y que es incierto para mañana.

Perdónenme si sigo considerando, como otros muchos, que es realmente importante que las personas se sientan bien consigo mismas al poder sustentarse por sí mismas. Perdónenme si creo que trabajar desde mi humilde opinión es más que un sueldo a fin de mes. Para mi tiene que ver además con realizarse como persona, con estar integrado en nuestra sociedad y relacionarse con otros, algo que resulta vital para el desarrollo de cualquier persona. Desde este punto de vista es desde el que personalmente parto, para creer que otro modelo de país, y teniendo presente la sociedad en la que vivimos, creo que es posible construir entre todos. Un modelo inclusivo, solidario y que le dé a todo el mundo la oportunidad de desarrollar al máximo sus capacidades.

Y si el modelo de país para Catalunya es el que disfrutamos, ya, ahora mismo y el que le contó el president Artur Mas al periodista Jordi Évole, perdónenme ustedes, particularmente yo no lo comparto, básicamente por insolidario.

Video Artur Mas y Jordi Évole