Un médico de familia cualquiera

Sin palabras se quedaron en la tertúlia de Intereconomia con la llamada de un médico de familia de Alicante ayer. Éste en su llamada aportó más pensamiento de sentido común, en tres minutos, que todos los tertulianos juntos que en los últimos tiempos pasan por las televisiones.

Sin palabras se quedaron en la tertúlia de Intereconomia con la llamada de un médico de familia de Alicante ayer. Este en su llamada aportó más pensamiento de sentido común, en tres minutos, que todos los tertulianos juntos que en los últimos tiempos pasan por las televisiones, y que sin ser expertos en las materias sobre las que hablan, participan en las mismas, porque generan un poco o un mucho ruido mediático. Algo que hace que me acuerde de una comida de hace unos meses en la que participé, y en la que una inmodesta Pilar Rahola nos soltó a las presentes, un " cómo yo soy la más mediática de aquí", quedándose satisfecha y pagada de si misma, sin percatarse de la "santa gilipollez" que nos acababa de soltar a las allí presentes, a muchas de las cuales era la primera vez que nos veía las caras.

Este médico de familia tiene razón cuando les llama la atención a sus señorías los eurodiputados , que han preferido seguir viajando en preferente, por no bajarse a ocupar plazas de clase turista como todo hijo de vecino. Y creo que ha sido así, porque los eurodiputados deben considerar que nuestro país debe ser solo pobre para los ciudadanos, y lo suficientemente rico para pagarles "los caprichos" a estos niños y niñas mimadas de la política europea.

Este facultativo también puso los puntos sobre las íes, en cuanto a la formación de parte de nuestra clase política, quienes muchos de ellos no han hincado los codos en ninguna facultad de nuestro país ni tienen voluntad de hacerlo para aprobar la asignatura de alguna carrera que les fuera útil para su quehacer profesional. Y en este sentido, coincido con este médico de familia en que es necesario un barrido de estas personas de nuestra vida política porque redundaría, sin lugar a dudas, en nuestra salud como país. Porque para ser médico o pilotar un avión, son muchos los años que invierten unos y otros, teniendo bajo su responsabilidad las vidas de muchas personas. Una responsabilidad que no es menor que la de dirigir un país .

Podría seguir desmenuzando los temas que este valiente médico alicantino trajo a la palestra de nuestra reflexión común, sin embargo, mi opinión no es la más importante sinó la que ustedes, como generosos lectores de nuestro diario se construyan sobre el vídeo de la intervención de la que les hablo. No me cansaré de repetirselo, piensen por si mismos.

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