Vuelve el EGM y con él la polémica que siempre le acompaña. Esta vez sube la COPE, y gana "como siempre" el campeón del mundo mundial, o sea : la SER. Son las reglas no escritas del radiopolio que encorseta las ondas de la mejor radio comercial de Europa.
Vuelve el EGM y con él la polémica que siempre le acompaña. Esta vez sube la COPE, y gana "como siempre" el campeón del mundo mundial, o sea : la SER. Son las reglas no escritas del radiopolio que encorseta las ondas de la mejor radio comercial de Europa.
En Catalunya, Basté y Terribas se pelean por el primer lugar de las mañanas independentistas en las que gana Jordi, pero Mónica ya se le ha subido encima de la mesa, mientras, Radio Barcelona y sus emisoras no consigue pasar del tercer lugar, porque "generosamente" cedieron el liderazgo catalán a su socio de confianza el Grupo Godó. Ellos y hasta yo mismo sabemos por qué. A Carlos Herrera le vuelven a ningunear indecentemente y Tiempo de Juego está a punto de "joderle" el negocio de la publicidad deportiva a los de Gran Via 32,lo cual no dejará de ser el principio del fin de este "cuento de hadas" que vive la cadena de PRISA, a la que ya se le han encendido en este ejercicio todas las luces de alarma en su cuenta de resultados. De ahí a que los nervios se apoderen de accionistas y gestores falta un corto techo.
Las cadenas musicales siguen igual, salvo que los dos primeros puestos ponen un millón de oyentes de muro de seguridad con las dos siguientes. O sea, la Ser con Cuarenta principales y Dial se reserva el jugoso y más que rentable negocio de los discos, los conciertos, los derechos de autor y hasta los viajes, que devienen de su primacía indiscutible.
La musical de Onda Cero, Europa FM, se queda con el premio de consolación y la de la COPE, Cadena Cien, con la pedrea del negocio. Radio Blanca y su Kiss FM se estancan" en los 872 mil oyentes mas cualificados del target, pero, a todas luces, lejos del mas de un millón que llego a alcanzar hace tan solo un par de temporadas. Las "amistades peligrosas" querido Blas Herrero, duran lo que duran. Y es que la SER como el Rey no se pueden permitir el lujo de tener amigos.
Y colorín colorado este cuento se ha acabado, una vez más. Ahora, los gestores de la publicidad entran en acción porque han de acudir a las Agencias a discutir la parte del pastel que les corresponde, que es lo que realmente significa una oleda del EGM. Lo malo es que, en los tiempos que corren, los clientes ya "no son tan tontos" y no se toman como dogma de fe el EGM, porque saben que con un sencillo Twitter, un tío o una señora de ochenta años, a las doce la noche es capaz de revolucionar medio país en internet, y eso ¿quién lo controla?.
Manuel Fernando González, director y editor de Pressdigital.
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