Pasado un tiempo prudencial, si nos paramos a reflexionar y comparar la comparecencia del presidente, Mariano Rajoy, con la del president, Artur Mas, la sensación que se te queda en el cuerpo es que ambos se han auto convencido de que son "imprescindibles". Una prueba más que fehaciente de que el veneno de vivir fuera de la realidad ha hecho mella en ambos, haciéndoles perder por el camino la necesaria perspectiva con la que se tendrían que auto examinar diariamente.
Si la vida es cambio, este también pasa por percatarse de la provisionalidad con la que convivimos diariamente. Seguir creyendo en que "como siempre ha sido así seguirá siéndolo " es mantenerse anclado en épocas más que superadas. De ahí que más allá de las graciosas anécdotas de "fin de cita" o el "y tú más", típico y tópico de las intervenciones que tuvieron a bien regalarnos, Mas y Rajoy, aunque deberían habernos servido para encontrar explicaciones sobre dos escandalosos casos de "financiación de partidos fuera de la legalidad vigente", me llamó la atención "su incapacidad compartida" de percatarse de la situación de "provisionalidad" de los cargos que ocupan. Más bien ambos se autoerigieron en "nuestros sacrificados salvadores". A mi particularmente en este tipo de situaciones me sale una espontanea exclamación de"por favor dejen de salvarnos".
En mi humilde opinión, los únicos imprescindibles en este mundo nuestro son aquellas personas anónimas o conocidas que ponen su mirada en los más desamparados y se ocupan de devolverles el espacio en nuestra sociedad que nunca debieron perder o aquellos otros que se levantan cada mañana luchando para que entre todos levantemos cabeza de esta cruenta crisis contribuyendo al bien común, desde el kiosco más pequeño hasta el empresario que cita la lista Forbes, aquellos inconformistas que hacen frente al "esto es lo que hay " con un "pues habrá que cambiarlo", gente que ha dejado de creer en por ejemplo en los políticos "de toda la vida de Dios" pero que en lugar de cruzarse de brazos han salido a la calle junto a muchos otros movidos por la solidaridad y la lucha compartida... Esta es la gente que me resulta imprescindible, y que por fortuna existe, se la enfoque o se la busque desenfocar o desacreditar con manidas retahílas sin fundamento.
De ahí que crea que solo es cuestión de tiempo que les concedamos el privilegio de la prejubilación a estos dos presidentes "imprescindibles", que tanto da de donde vengan, pero que han coincido en decidir al alirón ser recordados por "impresentables". Porque señores Presidentes, las mentiras por mucho edulcorante que les pongas, son eso, MENTIRAS con mayúsculas, y nosotros tras todos los sacrificios encadenados que hemos acometido de forma colectiva, cuanto menos nos hemos ganado que se nos cuente la verdad. Sí la VERDAD, aunque esta nos disguste mucho.
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