Premios Nobel, preocupados por el futuro de la investigación y la cultura por restricciones económicas en Europa

Un total de 21 premios Nobel, reunidos en Valencia para elegir a los siete ganadores de la 27ª edición de los Premios Rey Jaime I, se han mostrado preocupados por el "presente y futuro de la investigación y la cultura" dadas las "restricciones económicas presentes sobre todo en Europa".

Así lo recoge la declaración conjunta sobre mecenazgo que han hecho pública este lunes, en la que señalan que "en muchos países existe una cultura del mecenazgo privado promotor de un gran número de desarrollos científicos y artísticos". "En la actualidad -han agregado-, dadas las restricciones económicas presentes sobre todo en Europa, es especialmente preocupante en lo que se refiere al presente y futuro de la investigación y la cultura".

El encargado de leer este documento ha sido el presidente Ejecutivo de la Fundación Premios Rey Jaime I, Santiago Grisolía, en un acto en el que el vicepresidente de la entidad y presidente de la Fundación Valenciana de Estudios Avanzados, el empresario Vicente Boluda, ha valorado la presencia en el jurado de destacadas personalidades del mundo de la empresa, comunidad académica, investigación, economía, nuevas tecnologías y responsables públicos para "deliberar sobre candidaturas de muy alto nivel".

Ha valorado asimismo la creación de un Premio al Compromiso Social, patrocinado por la Generalitat Valenciana, que se une a los de Investigación Básica, Economía, Medicina Clínica, Protección del Medioambiente, Nuevas Tecnologías y Emprendedor. Estos galardones cuentan con patrocinadores o copatrocinadores, que se hacen cargo de los 240.000 euros de cada premio, 100.000 euros para el ganador y el resto para "financiar la reunión de jurados y las entregas" de premios, y con colaboradores, que aportan hasta 30.000 euros.

"DE LOS MÁS RELEVANTES DEL MUNDO" 

Boluda ha subrayado que "los Premios Jaime I son los más importantes de su naturaleza en España y, seguramente, de los más relevantes del mundo" y que "su prestigio y liderazgo se ha mantenido e incrementado a lo largo de sus ya 27 años de existencia" por el "empuje, visión y perseverancia" del profesor Grisolía, por estar organizados desde la sociedad civil y por la relevancia tanto de los jurados como de los propios premiados.

En la rueda de prensa posterior, tanto Grisolía con Mario Molina, que obtuvo el Nobel de Química en 1995 por sus estudios sobre el ozono, han remarcado la importancia de mantener la inversión en ciencia incluso en épocas de dificultades económicas.

Preguntado por la declaración de 2015, Grisolía ha justificado que "algunas veces son un poco tímidas" dada la necesidad de alcanzar un "consenso" entre los premios Nobel, que conocen el contenido exacto cuando se hace pública, y ha remarcado que "en los momentos actuales el mecenazgo es enormemente importante". A su juicio, tanto en la Comunitat Valenciana como en España "hay una pequeña muestra de mecenazgo, pero es muy corta", especialmente en relación con el tratamiento fiscal en Francia o Estados Unidos.

Molina ha advertido del "error" que supone recortar el presupuesto en este ámbito "en tiempos en que hay problemas con la economía, que hasta hace poco eran globales", ya que "eso se refleja en retrasos en los avances y es difícil recuperarse". "No es algo que se pueda cortar y después volver a financiar", subraya.

Preguntado por si los intereses que influyen en la inversión de las empresas pueden ser perjudiciales para la ciencia, ha indicado que "puede haber algún problema con el hecho de que sea el sector empresarial el que financie esto", junto al público, pero "si está bien diseñado, no hay conflicto".

Para Molina, "hay una responsabilidad pero se comparte entre el gobierno y el sector empresarial, con la idea de que el incentivo de generar investigación que eventualmente sea rentable en términos económicos sigue siendo muy importante, sobre todo para las tecnologías aplicadas". A su juicio, "la manera más eficiente de que funcione es cuando el gobierno da incentivos" y, con el tiempo, se implanta "una cultura en las empresas de hacer donativos".

GASTAR MÁS, DIFERENTE Y MEJOR EN I+D

El adjunto al presidente de la fundación, Javier Quesada, se ha referido al retroceso en el gasto español en I+D en relación al PIB, que "está a gran distancia de Europa". "España no sólo está atrasada en el gasto total, sino que en la composición, en lugar de los dos tercios privados y uno público a los que se debe aspirar, está aproximadamente en el 50 por ciento". Por este motivo, reclama "dos esfuerzos, gastar más y gastar diferente, y por supuesto gastar mejor, pero eso todo el mundo lo tiene en su cabeza".

Según Quesada, queda "mucho esfuerzo por realizar y lo tiene que hacer el sector privado, con ayuda del sector público", con "el trato fiscal del gasto en I+D, sobre todo que haya certidumbre".

Por otro lado, preguntado por la "fría acogida" a los premios del Gobierno valenciano cuya representación se ha limitado a un conseller, Grisolía ha valorado el "beneficio" que supone el nuevo premio impulsado por el presidente Alberto Fabra y ha lamentado que reciben de la administración autonómica el 10 por ciento de lo que obtenían en "los tiempos gloriosos" en que nacieron los galardones, por lo que están "mucho tiempo con el sombrero pidiendo ayuda".

CANDIDATURAS MEJORES Y CONTRIBUCIÓN DE JÓVENES 

En cuanto al nivel de las candidaturas, Grisolía ha indicado que Roger Kornberg -Nobel de Química 2006- le trasladó que "cada vez son mejores" y Molina que, en Protección al Medioambiente, el interés "continúa aumentando" y hay "una contribución cada vez más importante de gente relativamente joven". Quesada también ha valorado la "trayectoria extraordinaria" de los galardonados, que muestra que "los pasos que se han dado han sido siempre aciertos".