jueves, 25 de abril de 2024 01:28
Economía

Vueling y CaixaBank presentan su nueva tarjeta de fidelización

La tarjeta Vueling Visa, presentada en exclusiva con CaixaBank, permitirá a los usuarios acumular Avios a través de todas sus compras y también obtener beneficios en futuros desplazamientos, como el embarque prioritario o más flexibilidad a la hora de cambiar un vuelo.

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Vueling, compañía perteneciente a IAG, y CaixaBank, a través de su filial CaixaBank Payments & Consumer, han presentado hoy la nueva tarjeta Vueling Visa. Esta nueva tarjeta de fidelización permitirá a los usuarios de la aerolínea acumular Avios con cada una de sus compras y, al mismo tiempo, obtener ventajas directas en futuros desplazamientos, ya sea a través de embarques prioritarios, mostradores exclusivos de facturación, fast track o más flexibilidad a la hora de cambiar un vuelo.


La nueva tarjeta tiene como principal objetivo la fidelización de un cliente para uso frecuente en compras. Todo esto asociado al club de ventajas y descuentos de Vueling Club, que cuenta con más de 4 millones de usuarios. Por ello, la Vueling Visa comercializada por CaixaBank y Vueling ofrece servicios de fraccionamiento de pago y financiación de compras característicos de las tarjetas de crédito. De este modo, el cliente puede fraccionar o aplazar el pago de sus compras y, al mismo tiempo, controlar sus gastos. Esta tarjeta está integrada a las diferentes soluciones tecnológicas y canales de la entidad financiera como CaixaBankNow, xPays, entre otros.


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Juan Gandarias, consejero delegado de CaixaBank Payments & Consumer, y Marco Sansavini, Presidente de Vueling han sellado el acuerdo - CAIXABANK


Visa, por su parte, pone a disposición de CaixaBank y Vueling la red Visanet, que garantizará a los clientes que utilicen esta nueva tarjeta de fidelización realizar pagos ágiles y seguros en cualquier momento y lugar.


Tarjetas adaptadas a las necesidades de cada usuario


La nueva tarjeta cuenta con dos niveles: Vueling Visa (clásica) y Vueling UP! Visa (premium). Ambas modalidades son gratuitas el primer año. A partir del segundo año, el nivel básico, la tarjeta tiene un coste de 45 euros anuales.


Como contraprestaciones, los clientes podrán recibir hasta 4.500 Avios de bienvenida, 1 Avios por cada 2 euros gastados con la tarjeta y 4 Avios por cada euro gastado en Vueling, según el tipo de tarifa elegida. Además, los usuarios tendrán como beneficios la posibilidad de embarque prioritario, cambios en la reserva el mismo día del vuelo y un call center dedicado en exclusiva.


En el nivel Premium, con un coste anual de 90 euros a partir del segundo año, los clientes podrán recibir hasta 9.000 Avios de bienvenida, 1 Avios cada 2 euros gastados con la tarjeta y 8 Avios por cada euro gastado en Vueling, también según el tipo de tarifa elegida por el cliente. Además de los beneficios del nivel básico, con esta modalidad de tarjeta se suman el check-in prioritario y fast track a la hora de volar.


Entidad pionera en la fabricación de tarjetas con materiales sostenibles


Esta nueva tarjeta de fidelización, lanzada conjuntamente con Vueling y la contratación de la que se puede hacer de forma digital, se suma al conjunto de tarjetas emitidas por CaixaBank, que desde este mismo año se hacen exclusivamente con materiales reciclados y biodegradables. De este modo, CaixaBank culmina un proceso que inició en 2019, con la introducción, por primera vez en España, de tarjetas fabricadas con materiales sostenibles.


El 2019, CaixaBank pasó a comercializar todas las tarjetas regalo de la entidad (unas 150.000 unidades al año) con un material biodegradable (ácido poliláctico, procedente de almidón de maíz). En agosto de 2020, CaixaBank lanzó la tarjeta Visa & Pay reciclada, la primera tarjeta comercializada en España el apoyo de la que está fabricado con material 100% reciclado (en este caso, PVC-R). En la actualidad, ya son 125.000 las Visa & Pay recicladas en circulación.


La decisión de CaixaBank de pasar a emitir toda su gama de tarjetas con materiales más sostenibles contribuirá a reducir la huella de carbono. Según datos técnicos, en la producción de una tarjeta de PVC-R se consume un 45% menos de agua y emite 15% menos de CO2 que en el mismo proceso realizado con una tarjeta de plástico.


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