Los precios de berenjenas y calabacines no dejan en los supermercados, pero desploman en origen

Hace apenas cuatro días la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) lo decía bien claro: “Alguien se está forrando” con las escandalosas diferencias que hay entre el precio de las hortalizas en los supermercados y el dinero que los agricultores reciben.

Y es que el precio de las berenjenas y los calabacines ha iniciado el año con subidas de hasta el 17% en los lineales de las tiendas y supermercados. Sin embargo, se han desplomado hasta un 62% en origen, según ha informado este martes la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), que ha denunciado que durante la última semana de enero el desplome de los precios en el campo de las principales hortalizas no se está repercutiendo a los precios pagados por el consumidor.

En el caso del calabacín, los precios en destino se han elevado un 14% a pesar de la caída de un 62% de las cotizaciones en el campo y en berenjena la evolución ha seguido la misma tónica, ya que mientras los precios al consumidor se han elevado un 17%, al productor han bajado un 35%.

CAÍDA DE LA PRODUCCIÓN

Según COAG, el aumento de los precios en origen por una brusca reducción de la producción de hortalizas como consecuencia de las adversidades meteorológicas en el sudeste español y en gran parte de Europa, ha acortado los márgenes durante la segunda y tercera semana del primer mes del año, situándolos entre el 50% y 70%. Berenjenas y calabacines han llegado a cotizar muy cerca de los 4 euros por kilo en el ecuador del mes.

"Los agricultores no se han lucrado con esta situación. Ha habido un descenso de producción que se equilibra con los precios. Además, estamos hablando de dos semanas en una campaña que dura varios meses", ha señalado el responsable de frutas y hortalizas de COAG, Andrés Góngora.

Productos como los limones y las manzanas han multiplicado por casi siete su precio del campo a la mesa de los consumidores.

PRÁCTICAS ESPECULATIVAS

"De nuevo, agricultores y consumidores estamos siendo víctimas de las prácticas especulativas de las cadenas de distribución que quieren recuperar a marchas forzadas sus abusivos márgenes habituales sin importarles los fundamentos objetivos del mercado: oferta y demanda", ha afirmado Góngora.

La organización agraria considera que esta situación en los precios no es deseable ya que provoca especulación en la cadena por parte de los agentes con más poder en la misma, desajustes en la planificaciones y a la larga no beneficia a los agricultores que en épocas de precios altos no disponen de producción suficiente para hacer rentables estos momentos.