La deuda de Madrid se multiplicó por siete bajo la gestión de Gallardón y Botella
Manuela Carmena encargó un informe sobre la Deuda del Consistorio que verá la luz este jueves | 'Público' ha tenido acceso al mismo, que denuncia que el ayuntamiento desembolsó 39 millones de euros en alquileres de edificios, entre otros.
Ana Botella y Alberto Ruiz Gallardón | Foto: EFE
Manuela Carmena, actual alcaldesa de Madrid, encargó una Auditoría de la Deuda y Políticas Públicas del Consistorio que desvela que el volumen de deuda que se multiplicó por siete en apenas una década, opacidad en materia de contratos y partidas presupuestarias, externalizaciones de dudosa eficacia, cientos de millones de euros en sobrecostes de obras públicas -algunas de ellas, faraónicas-, y necesidades sociales de los madrileños por cubrir.
Esta información, a la que ha tenido acceso 'Público', se hará pública este jueves oficialmente y con ella se pretende documentar los "impactos negativos" de las políticas aplicadas entre los años 2003 y 2015 por Alberto Ruíz Gallardón y Ana Botella estaban a los mandos del consistorio.
A lo largo de 45 páginas pretende servir como "análisis preliminar" de la políticas que han afectado negativamente a los madrileños -sea desde el prisma económico, social, medioambiental o en materia de desigualdad de género-. Este es el primer informe de la Auditoría Ciudadana Municipal de la Deuda y las Políticas Públicas (ACMDPP).
Del informe se desprende que las políticas de ambos ediles del PP "no contribuyen a dotar a la ciudadanía madrileña de servicios públicos completos" y que tanto Gallardón como Botella tuvieron como "línea estratégica" los "procesos de externalización".
OBRAS FARAÓNICAS Y FONDOS BUITRE
En lo que respecta a las obras faraónicas, una constante en otras administraciones en manos del PP, el Consistorio de Gallardón se llevó la palma.
Entre 2002 y 2012 la deuda de la ciudad pasó de 1.136 millones de euros a 7.732. Y es que las obras de la M-30 costaron 1.632 millones más de lo presupuestado; la reforma del Palacio de Cibeles para convertirlo en sede del Ayuntamiento pasó de costar 40 millones a 530 -incumplimiento de plazos incluidos-; la Caja Mágica, un recinto infrautilizado, se llevó más del doble de lo previsto -206 millones de euros-, y el inacabado Centro Acuático fue tasado recientemente en 23,5 millones, aunque se tragó 54 millones.
També revela que entre 2012 y 2013 el Consistorio de Ana Botella decidió vender el 25% de la vivienda para fines sociales con la que contaba, y que "la intención declarada" del Ayuntamiento era deshacerse de otro 25%, al mismo tiempo que intentaba "paralizar la promoción de vivienda protegida", aunque había 13.000 personas en lista de espera.
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